Estando en nuestras casas, mirando series, nos encontramos con una que nos llamó la atención.
Estando en nuestras casas, mirando series, nos encontramos con una que nos llamó la atención.
The politician o El político cuenta la historia de un postulante a presidente de clase, mostrando el transcurso de toda su campaña. Como militantes secundarixs, esta premisa nos llamó la atención. Ver en una serie algo tan invisibilizado como suele ser la militancia secundaria sin dudas nos atrajo y nos hizo querer saber más.
Familias multimillonarias luchando por popularidad y el derecho a poner en su currículum el título de “presidente de la clase” no es precisamente con lo que convivimos día a día. Lo que se vive en las escuelas diariamente es la organización de pibxs con distintas realidades, unidxs por el afán de cambiar cómo se vive en su escuela, su barrio o incluso en su país. Estudiantes que entendemos que la realidad se transforma desde todos los lugares de nuestra cotidianidad y no solo en las elecciones; estudiantes que militamos en las escuelas para hacer un cambio ahora mismo, y no cuando “seamos grandes”. Como dijo Ofelia Fernández, “lxs jovenes no somos el futuro, somos el presente”.
En la serie se muestran sólo aspiraciones personales, que se ven reflejadas también en la forma de hacer campaña, reforzando la figura única de lx presidentx y usando las luchas, afro, LGBTIQ+ y problemas como el cáncer, la muerte de alguien cercano o la ruptura de una relación como herramientas para ganar votos. Se refuerza también la idea de que todo lo que hacen lxs politicxs es puramente para ganar votos y no por convicciones. Para empezar, las campañas electorales en las escuelas no son individualistas, buscan la participación de todo el estudiantado y fomentan la toma de decisiones plural y democrática, y que no se construya todo bajo el nombre de unx candidatx o dos, sino de un proyecto y un ideal.
Entendemos que el mundo no es perfecto, por eso queremos cambiarlo, pero también entendemos que la política y la imagen de esta tampoco lo es. Somos la generación que no solo viene a cambiar el mundo sino que también viene a rediscutir y poner en tela de juicio la forma en la que lo hacemos. Desde la juventud venimos con el impulso necesario para dejar atrás las prácticas de la vieja política mostradas en la serie y construir un mundo más justo, libre y solidario.