Peter Mac Laren se muestra afable para responder todas las preguntas. Referente mundial de la corriente llamada "pedagogía crítica", mueve constantemente sus brazos para acompañar con gestos precisos una multiplicidad de conceptos y posiciones políticas. Lo hace cuando, por ejemplo, sostiene que pese a ciertos cambios, la intelectualidad de izquierda norteamericana se encuentra desilusionada con la administración de Obama: "Habla por izquierda pero va a hacia la derecha", expresa sin tapujos el pedagogo canadiense.
Invitado por la Red Interuniversitaria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad del Salvador (Usal), Mc Laren brindó una charla en la ciudad sobre "Una pedagogía del compromiso: hacia una praxis de la transformación de la educación en el siglo XXI". Frente al avance de las tecnologías en la educación, rescata el rol del los docentes para ayudar a los alumnos a preguntarse sobre los problemas de la sociedad y en la formación de ciudadanos críticos globales, y considera que "un buen docente es aquel que intenta transformar el mundo".
—Los medios y las tecnologías intervienen hoy en el proceso de enseñanza, ¿cómo entiende en este contexto el oficio de enseñar?
—Pienso que a veces la tecnología se usa como un sustituto de la educación crítica que nosotros necesitamos. Las tecnologías tienen efectos diversos, a veces son muy buenas y otras malas, pero de ninguna manera se pueden usar como sustituto para la relación entre el estudiante y el profesor. Y de hecho creo que la tecnología puede interrumpir ciertas prácticas educativas. Con un libro impreso se puede volver atrás en las páginas, reflexionar sobre lo que se leyó. La tecnología muchas veces no te lo permite hacer.
—En este marco, ¿qué define a un buen profesor
—Tenemos que entender que la pedagogía es perpetua y continua a la vez. No pasa solamente en un salón de la escuela, sino en la calle, en un cine y en todos los momentos de la vida. Pero un buen educador crítico enseña haciendo que sea relevante la vida de los estudiantes, para que el conocimiento se vuelva crítico y pueda cambiar las cosas. Para mí un buen docente es aquel que intenta transformar el mundo. Como educador marxista creo que la educación tiene que ayudar a crear un contexto en el cual podamos imaginar un mundo fuera de este contexto en el que vivimos. Por eso necesitamos alternativas a la educación neoliberal; y pensarlas juntos porque nadie sabe realmente a dónde vamos a ir a partir de acá. Esos tienen que ser los debates que debemos tener, porque el plan se está muriendo, y necesitamos una alternativa para un capitalismo que está basado en relaciones de explotación.
—¿Qué debe hacer el docente para ayudar a encontrar esas alternativas?
—Los maestros tienen que ayudar a los alumnos a preguntarse qué es lo que ha hecho la sociedad con ellos, y crear un contexto para que aprendan. Un buen docente le da dos cosas a un estudiante: los idiomas de la crítica y los idiomas de las posibilidades. Cómo pueden repensarse en relación a la sociedad que los rodea, y cómo relacionarse con el mundo exterior. Estamos hablando realmente de formar ciudadanos críticos, no solamente de Estados Unidos o la Argentina, sino ciudadanos globales. Para nosotros como educadores lo importante es poder erradicar el sufrimiento, romper epistemológicamente el pensamiento eurocentrista del mundo, y poder desarrollar uno desde los bordes, fronterizo. Un pensamiento de mestizaje que escuche las voces de los oprimidos, los nativos y aquellos que desaparecieron de la sociedad.
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Foto: Enrique Rodríguez Moreno / La Capital
Mc Laren y el club de "Los treinta sucios"
Mac Laren es uno de los más acérrimos críticos del gobierno del ex presidente George Bush. Entre otras cosas, por considerar que su política imperialista significó un ataque a la educación. Por posiciones como estas recibió presiones y persecuciones de
parte del Estado norteamericano. "Durante la administración Bush —explica— me pusieron en una lista que se llamaba 'Los treinta sucios', porque me nombraron como uno de los profesores más peligrosos de la Universidad de California en Los Angeles (Ucla), junto con otros profesores de izquierda".
Cuenta además que la persecución llegó al punto que el FBI investigaba qué libros se llevaban los estudiantes de las bibliotecas. "Estas prácticas ya no son tan extremas hoy, aunque Obama habla por izquierda pero va a hacia la derecha", sostiene. Mc Laren entiende que la actual política exterior de EEUU es muy similar a la de Bush, porque "todavía están las tropas en Irak, utilizando aviones que disparan misiles a personas de Al Qaeda, pero que han matado a más gente inocente que durante el anterior gobierno". Y agrega otro ejemplo: "El golpe de Honduras fue apoyado por la administración de Obama".
Sobre el plan educativo de Obama, el pedagogo cuenta que el secretario de educación de Obama —Arne Duncan— "es un neoliberal que está empujando a privatizar la educación, y eso es terrible, porque apoya sólo a las escuelas que pueden hacer ganancias". "Por supuesto que hay algunos cambios con respecto a lo que hacía Bush, pero ninguno es realmente significativo, por eso muchos de los que estamos en la izquierda nos sentimos desilusionados con Obama.
Honoris Causa
El pedagogo canadiense recibió de la Universidad del Salvador el profesorado honoris causa por su trayectoria en la educación a nivel mundial. Desde esta institución señalan que se encuentran trabajando para fundar la cátedra Mc Laren en la Argentina, de la que participarán además las universidades nacionales de Rosario (UNR) y Buenos Aires (UBA).