Magalí Aquino tiene 14 años y una sonrisa tatuada en el rostro. La adolescente es una joven a la que le gusta escribir “todo tipo de cosas”, intentando “experimentar” con diversos registros narrativos. Aunque si tiene que elegir un género, dice que en la poesía es donde siente mayor comodidad.
Dice que lee poemas pero que no tiene un autor o autora preferido. Escoge más por el contenido de los versos.
“No escribo hace mucho tiempo, será hace un año o dos”, dice Magalí, quien para sus textos suele inspirarse “en canciones o en situaciones de la vida”. En el terreno de la música, el pop, el rock y hasta el clásico son sus favoritos. Magalí dice que para un futuro le gustaría intentar escribir otro tipo de narrativas, como libros de ficción.
“Cuando escribo siento que puedo dejar una parte de mí en algo, es inexplicable”, cuenta. Sus escritos prefiere guardárselos para ella, aunque desde que comenzó a tomar clases en el taller de escritura creativa de la Biblioteca Vigil se abrió a que otros puedan leer sus producciones: “Por lo general —dice— a la gente les gusta. Pero primero intento que me guste a mí y después veo si les gusta a los demás”.
La cabaña
Mis manos están frías, congeladas mejor dicho. Intentó acercarlas al fuego de aquella pequeña hoguera que yacía ubicada a un costado de aquel viejo sillón dentro de aquella obsoleta cabaña donde me encontraba refugiada.
No me sentía segura en aquel lugar, temía que aquella vieja puerta fuese abierta y el frío inundara la vieja cabaña.
Estaba cansada y necesitaba relajar mis ojos, no se cerraban ni un segundo desde aquel día en el que la puerta fue abierta y todo resultó mal, muy mal.
Podrán llamarme cobarde pero solo intento protegerme.
Todo fallaba, todo salía mal.
Quiero esconder la verdad, quiero protegerme, pero la bestia que llevo dentro no deja que encuentre algún lugar donde esconderme.
No importa lo que hagamos, lo que tengamos y lo que nos sobre, estamos hechos de codicia.
Este es mi reino donde yo misma me protejo, nadie más lo hará si no lo hago yo.
Magalí Aquino, 14 años.