Las escuelas primarias y secundarias se transformaron en centros de debate y reflexión en torno a la problemática del dengue. Junto a ellas, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se sumó a la campaña de concientización. Cerca de 400 estudiantes de Medicina realizan tareas de prevención en los barrios más afectados por la epidemia, que a principios de semana contabilizaba más de 50 casos autóctonos confirmados en Rosario.
Si bien la movida comenzó hace dos semanas con la tareas de fumigación y desmalezamiento realizadas en el Centro Universitario de Rosario —La Siberia—, el rector Darío Maiorana le solicitó a los decanos que realicen un relevamiento para conocer posibles casos de dengue entre los alumnos.
"Junto la la Municipalidad estamos desarrollando un censo entre los estudiantes para detectar algún problema o síntomas en la comunidad, lo que es acompañado por una concientización por medio de volantes y afiches informativos", describe Juan José Perseo, secretario de Política Edilicia de la Universidad y responsable de las acciones de fumigación desarrolladas en la UNR. La actividad se inscribe en una serie de medidas realizadas entre organismos públicos y sociales para erradicar y prevenir el dengue en Rosario y las localidades cercanas.
A las medidas de prevención también acercaron a cerca de 400 estudiantes de Medicina que se sumaron a la campaña de concientización y contención de la epidemia. Según explica el Secretario de Extensión de la Facultad, Damián Verzeñassi, en las acciones para enfrentar al dengue trabajan con dos grupos de alumnos. Uno está compuesto por 190 estudiantes que están cursando la práctica final en los Centros de Salud y guardias de emergencia de hospitales. "Esos jóvenes en las horas que tienen que dedicarle a la promoción de salud y prevención de enfermedades realizan actividades que planifica cada Centro sobre el dengue".
A ellos —añade Verzeñassi— se le agregan más de 180 voluntarios de medicina, fonoaudiología y enfermería "en acciones de apoyo en los bloqueos que se están organizando desde el Comité de Crisis", espacio organizado por la Municipalidad que integra la institución de Francia y Santa Fe. En grupos de entre 15 y 25 personas, los voluntarios salen a diario desde la puerta de la facultad y se suman a las cuadrillas de fumigación y bloqueo en los barrios más afectados por la epidemia. Alli charlan con los vecinos sobre las medidas de prevención de la enfermedad.
"En el barrio Toba, al no haber agua potable, la gente acumula agua en los tanques, y en muchos de ellos encontraron larvas de mosquitos", describe el secretario de Medicina, quien anticipa que desde esta unidad académica estudian la posibilidad de que durante la época estival los estudiantes de los primeros años de medicina realicen como prácticas preprofesionales actividades de bloqueo y prevención de criaderos de mosquitos.