La Facultad de Derecho de la UNR está trabajando en difundir los derechos de las personas mayores, especialmente aquellas que se encuentran en situación de internación en instituciones geriátricas. La profesora Marianela Fernández Oliva junto con un grupo de estudiantes proyectan una serie de acciones en el Hospital Geriátrico Provincial, coordinadas con el equipo multidisciplinario de la institución. Las actividades incluyen charlas y talleres dirigidos a los residentes, a sus familiares y al personal del Hospital, para difundir cuales son las novedades normativas en torno a las personas internadas y responder las inquietudes de quienes transitan la institución.
El derecho de la vejez es una rama transversal al derecho tradicional. "Es el derecho leído en clave de envejecimiento, atento a los requerimientos especiales de justicia que la vejez necesita para realizar su proyecto vital individual", explica la docente. El proyecto de extensión es un cruce entre derecho a la salud y el de la vejez, lo que el equipo de investigación considera un eje de múltiple vulnerabilidad.
La intención es comenzar los encuentros con temas disparadores para el intercambio. Consideran importante que quienes transitan la institución geriátrica se perciban como sujetos de derecho y puedan plantear sus inquietudes y experiencias. Entre los temas considerados centrales para poner en discusión están los cambios paradigmáticos en torno al derecho de la vejez, la salud y los derechos humanos, que se introdujeron con el nuevo código civil y comercial.
La profesora Fernández Oliva detalla las normas que forman parte del código y que afectan directamente a los derechos de los adultos mayores, se trata de los nuevos regímenes de la capacidad, en relación a las internaciones y al consentimiento informado. "El nuevo código civil establece la incapacidad como una situación excepcional y la capacidad restringida para ciertos actos jurídicos determinados".
Además destaca que es obligación del juez preservar los derechos y el patrimonio de la persona que sea considerada con cierta limitación de sus capacidades debido a una alteración mental. En este sentido se eliminó la categoría de demencia. Para la abogada existe una creencia social muy difundida de que los problemas de salud mental y la edad avanzada van de la mano, y a veces es una razón para vulnerar el derecho de autonomía que tienen las personas mayores.
Residencias gerontológicas
La residencia gerontológica es una institución que viene a responder a ciertas necesidades de cuidado para personas mayores. "El problema no está en los residenciales en sí sino en la falta de control que el Estado ejerce en los mismos", sostiene la vicedirectora del Centro de Investigaciones de Derecho de la Salud.
A diferencia de lo que sucede en las instituciones psiquiátricas, donde es necesario informar a la justicia cuando se produce una internación, "en los geriátricos donde las personas se internan a veces contra su voluntad porque sus condiciones de dependencia así lo permiten a los familiares, nadie controla ni informa". La investigadora pone como ejemplo lo que sucede en la ciudad acerca de la reglamentación gerontológica que dice muy poco sobre el egreso. "Se especifican más las condiciones edilicias que los derechos y obligaciones de los internados y del egreso no se expresa nada, como si no se pudiese salir salvo que se muera".
Alcance de la legislación
Parte de la experiencia del proyecto es visualizar si la legislación que protege a la vejez es eficaz, si tiene su correlato en la práctica. En este sentido, la profesora ejemplifica con una reglamentación que existe y no siempre se aplica como el consentimiento informado. "Existe la ordenanza municipal que dice que el paciente tiene que firmar que le explicaron y comprendió cuáles son sus derechos y obligaciones al momento de ser internado, si las autoridades del geriátrico se lo hacen firmar sin informarle o lo firma un pariente, la norma se resuelve allí y se vuelve ineficaz. Y toda una reglamentación en derechos humanos que surge de una convención internacional que pudo hacerse después de una enorme lucha ideológica, se termina cuando el empleado de un geriátrico hace firmar al pariente sin siquiera preguntarle a la persona mayor si quería entrar o no internarse".
Fuente: Ileana Carrizo/Portal
de la Universidad Nacional
de Rosario (www.unr.edu.ar)