A Selena Tiesqui le gusta escribir historias de fantasía o ciencia ficción. Dice que le es difícil abordar en sus textos temas inspirados en la realidad, y por el contrario prefiere inclinarse “más para el lado de la fantasía o lo imposible”.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
A Selena Tiesqui le gusta escribir historias de fantasía o ciencia ficción. Dice que le es difícil abordar en sus textos temas inspirados en la realidad, y por el contrario prefiere inclinarse “más para el lado de la fantasía o lo imposible”.
Selena tiene 14 años y hace algunos meses comenzó a escribir una historia fantástica. Tiene personajes, un paisaje y una gran historia. Pero ahora transita la duda de cómo terminarla: si darle un cierre clásico o buscar un final abierto. El texto muestra un planeta devastado tras una larga guerra y un chico que es reclutado para una misión de rescate: debe traer un aparato que quedó en otra dimensión. En el camino se topará con aventuras y unos extraños seres pequeños que destrozan todo lo que tocan.
Disfruta mucho de las películas y series como Perdidos en el espacio, que le sirvió para construir el paisaje de su relato. En un cuaderno de apuntes tiene sus textos y sus dibujos, otra de sus pasiones.
“Para mí —agrega— la escritura es una manera de hacer real lo que creas en tu mente. Está toda esa historia que estuve imaginando durante mucho tiempo en mi cabeza, las imágenes, los personajes, los paisajes. Y después, cuando lo escribí me di cuenta que la escritura la hace más real y me encantó”. Por eso dice que le pone “mucho cariño y pasión” a lo que escribe. Y sueña con publicarla algún día en un libro.
>> Pequeñas criaturas
“Comenzó a caminar sin dejar de mirar a todos lados, maravillado y algo asustado. Luego de una hora de caminar el línea recta se percató de que unos pequeños ojos lo seguían. Inmediatamente comenzó a correr mientras sacaba las anotaciones. Apenas pudo hojear rápidamente unas páginas viendo otros dos tipos de criaturas. Tropezó y cayó, regando todas las hojas por el piso. Pero cuando intentó recogerlas unos pequeños seres salieron de la nada y robaron todas las hojas ¡Ey, eso es mío! dijo mientras los pequeños seres jugaban con las hojas alrededor de Seba. El chico se rindió y estaba listo para irse, pues no había forma que le devolvieran los papeles. Pero llegó otra de esas pequeñas cosas y todos los otros se pusieron en fila para recibirlo. “Debe ser el líder”, pensó. Mientras se paraba, la criatura hizo un extraño ruido y los demás se pusieron en torre hasta llegar a la altura de Seba. El chico quiso darle la mano, pero esa pequeña mancha negra solo lo miró y le dio un empujón ¿Con que así va a ser?, dijo con voz burlona , y le devolvió el empujón con más fuerza”.
Selena Tiesqui, 14 años