“Mi sueño es poder dedicar mi vida a la ciencia”, dice Renata Barreto da Silva, una joven de 23 años recientemente graduada de médica en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Su historia personal la animó a ir por más y hoy cuenta emocionada que recibió la grata noticia de haber sido aceptada para hacer un curso de posgrado en la Universidad de Harvard.
Renata nació en San Pablo (Brasil) y fue criada por su mamá, una maestra que ejerció en soledad las tareas de cuidado de toda su familia. Con apenas 18 años y pocos recursos económicos, vino a Rosario a estudiar y la universidad pública la recibió con los brazos abiertos.
El tránsito por la universidad no fue sencillo en términos económicos y Renata apeló a distintos medios para sortear las dificultades ante la falta de recursos. Creó una organización llamada “Floreciendo tu estudio”, que creaba compilados de la bibliografía obligatoria y los vendía a un precio accesible para que todos pudieran obtener el mismo nivel académico y contar las mismas oportunidades. “Con esa organización pude ayudar a muchos estudiantes, principalmente los que tenían hijos, los que trabajaban durante el grado o no tenían la plata suficiente para comprar cada libro. El dinero que ganaba, además de ayudarme a pagar el alquiler, me permitió invertir en libros y cursos para seguir realizando los apuntes y ayudando a más personas”, cuenta.
En diciembre del año pasado Renata cumplió con su objetivo principal y se graduó en la Facultad de Medicina, pero sabe que para abocarse a la investigación científica necesita de formación de posgrado, lo que la condujo a ir por más y postularse en el curso de fundamento de la investigación clínica de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
Una investigación necesaria
La elección de medicina no fue al azar. Renata lo hizo motivada por un problema de salud personal, una patología intestinal llamada colitis ulcerosa que —cuenta— “por ahora no tiene cura”. Ese dice que fue el motivo principal por el que empezó a estudiar esa carrera, la necesidad de investigar más sobre esta enfermedad.
Sobre esta afección que padece y que le interesa investigar, Renata dice que no hay muchos estudios porque la industria farmacéutica no se ha interesado lo suficiente en ella. “Solo hay dos medicaciones, una de vía oral de uso crónico que genera muchos efectos adversos y ahora se comenzaron a investigar medicaciones que son biológicas, pero la industria está interesada en otras patologías más prevalentes, como el cáncer, que existen en una cantidad mayor de personas”, señala.
¿De qué se trata la colitis ulcerosa? La médica lo explica: “Es una enfermedad autoinmune, en mi cuerpo el sistema de inmunovigilancia está concentrado en el intestino. Esto produce que mi sistema inmune destruya mi intestino, tengo que hacer controles de por vida porque con esta patología que es crónica se pueden generar células cancerígenas. La bibliografía explica que en aquellos que la padecen cada tres años aumenta diez veces la probabilidad de tener un cáncer de intestino”.
De acuerdo a datos que obtuvo del Hospital Centenario donde ella hace su tratamiento, en Rosario hay unas cien personas con esta enfermedad. El hospital actualmente estudia para tener datos más certeros sobre la cantidad de pacientes y la sintomatología que los afecta, que va desde vómitos, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y en muchos casos problemas emocionales como la depresión y sensación de angustia.
Renata pondera el valor de la salud pública rosarina que cubre su tratamiento vía oral: “Acá hay un sistema público muy bien estructurado, pero seguramente en otros países esto no sucede”.
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La médica Renata Barreto da Silva.
Virginia Benedetto
Otro paso adelante
La joven médica se graduó y terminó con sus prácticas finales sin perder de vista su meta de continuar con estudios de posgrado. Preparó su historia académica, cartas de recomendación de sus docentes, los fundamentos por lo cual quería formarse y se postuló para un curso especializado en la Universidad de Harvard. Con sorpresa recibió la notificación de que fue admitida y con esto daba otro paso adelante. Aunque ahora debe sortear una dificultad económica para poder lograrlo.
Pidió un auxilio financiero a la misma universidad norteamericana, que como respuesta le otorgó una beca que cubre el 50 por ciento del curso. El valor total de la capacitación es de 6 mil dólares, pero los 3 mil dólares faltantes ascienden a 4 mil cuando se contempla el pago de impuestos. Ese es el importe que Renata necesita para costear sus estudios en Harvard.
La formación de posgrado se extendería a lo largo de todo este año, comenzando en el mes de junio, para terminar en noviembre. “Yo no me puedo mantener allá por eso para las prácticas elegí la modalidad virtual”, cuenta y agrega: “Mi idea es formarme para aplicar ese conocimiento en investigación científica en Brasil y Argentina, los dos países que me acogieron. Vivo en Argentina y voy a seguir viviendo acá, pero también quiero ayudar a mi país de origen. Tal vez no pueda encontrar la cura de esta enfermedad pero quiero facilitar el camino de las personas que van a seguir con la investigación científica para encontrarla y ayudar a todos aquellos que tienen una enfermedad autoinmune”, concluye.
Desde sus redes sociales, Renata convoca a hacer “una vaquita” para costear sus estudios. Los interesados en ayudar pueden hacer su contribución ingresando al link que publicó en la bio de su cuenta de Instagram (www.vakinha.com.br/2830156), al sitio de la Universidad de Harvard (incorporando el número: FQNB3DWXDTD) o en su CBU: 2850771440095338813318.