Detrás de los videos
Comentarios, apuntes y relatos que dejaron las filmaciones de los Yo Leo.
29 de diciembre 2018 · 00:00hs
>> Leer, escribir, jugar. La nena de 9 años contó que había visto la película Miss Peregrine y los niños peculiares, y que como su mamá se había dado cuenta de lo mucho que le gustó le regaló el libro en el que basó el filme: Cuentos extraños para niños peculiares, de Ramson Riggs. Se devoró la obra de 248 páginas. Y aunque en la entrevista demostró ser muy lectora, prefirió hacerse una autocrítica asegurando que "no leía mucho porque se distraía con las cosas móviles". Eso sí, había decidido, junto a su papá, incursionar en la escritura, con un cuento sobre "una familia invadida por una plaga de bichos y una terrible peste negra". Al final, cuando fue invitada a leer un párrafo en voz alta dijo: "Mejor no. Está muy bien así".
>> Mamá feminista. La nena de 11 años mostraba varios libros para recomendar pero eligió uno que había terminado de leer hacía poco tiempo y que la había encantado porque pudo conocer las historias de muchas mujeres valientes. Cuando se la consultó cómo había llegado a Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes (Elena Favilli y Francesca Cavallo) no dudó en responder: "Me lo regaló mi mamá porque ella es como feminista".
>> El Rey Arturo en smartphone. Un amigo le contó de la historia de El Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, de Sir Thomas Malory. El nene de 12 años se metió en internet, lo buscó y se lo bajó para leer en pantalla. Un poco desde la computadora, gran tiempo desde su celular, en una semana lo terminó. Al final comentó que lo fascinó la idea de poder imaginarse protagonista de esa aventura.
>> Secreto para elegir un buen libro. El nene de 12 años pertenece a una familia lectora, pero dice que aún así, en un ambiente donde circulan todo el tiempo las propuestas literarias, prefiere hacer su propio recorrido. Y para eso, para elegir libros que seguramente les van a gustar, tiene un secreto que comparte. Dice que cuando un texto le llama la atención por algo, lee las primeras 20 páginas y se decide cuando siente "como un cosquilleo en la cabeza" que le sugiere: "Esto te gusta, leelo".
>> Superar las distancias. El jovencito estaba feliz. Su participación en el Yo Leo había salido de 10: con total soltura pudo relatar de qué trataba la historia que recomendaba leer, mostrar otro costado diferente al del "alumno más terrible del aula" y además leer en voz alta un párrafo de la historia elegida. Al salir del salón de clases donde se filmaban los videos, la maestra notó que lloraba. Le preguntó la razón y el niño le confió que era la emoción de saber que su mamá, que vive en otra provincia, lo iba poder ver y saber de él.
>> ¿Libro o película? El nene de 10 años tenía la consigna de acercarse con su libro preferido al diario para hacer el video del Yo Leo. Llegó con una mochila súper pesada transportando los siete tomos de la saga de Harry Potter (J.K. Rowling) con una razón indiscutida: "Todos me gustan, todos son mis preferidos". Y además había visto todas las películas basadas en la obra de J.K. Rowling, aunque no dejó de expresar que se quedaba con los libros. "Tengo varias quejas sobre las películas, a las que les sacan parte de la historia de los libros. Además éstos son más entretenidos".
>> Preferencias. Faltaba poco para comenzar la filmación del video, el maestro le insistía a su pequeña alumna de 10 años que contara sobre el premio que había ganado en un certamen de poesía. La nena asentía con la cabeza, aunque no se la notaba muy convencida. El maestro, orgulloso de ese logro, le pidió lo mismo a la producción del diario. Hasta que la niña encontró el momento oportuno, se acercó, pidió hablar aparte y muy segura expresó: "No me pregunten por ese concurso, porque de eso no quiero hablar". Se respetó el pedido y ella se sintió muy cómoda hablando de sus lecturas favoritas.
>> "¿Y la sección Policiales?". Llegó al diario acompañado por su mamá. Nada lo detuvo a preguntar sobre todo lo que se le presentaba como novedoso al pisar por primera vez la redacción de un medio gráfico. La misma inquietud que mostró en la variedad de géneros literarios de los que habló, con clara preferencia por los libros de divulgación científica. Terminó la entrevista y cuando se preparaba para regresar a su casa, el nene de 9 años preguntó por otra de sus inquietudes lectoras: "¿Y la sección policiales?" Y allí se quedó otro rato entrevistando él a un periodista de estas crónicas.
>> Silencios y voces. Un salón de la planta alta de la escuela de zona norte fue el escenario elegido para grabar los videos, donde estaban los chicos y las chicas que contarían sobre sus recomendaciones y el equipo de trabajo de
La Capital. El primero en hablar fue un nene de 10 años que llegó con sus títeres para darle vida a una parte de
El vendedor de globos, de Javier Villafañe. Terminó su filmación y el único pedido para permanecer en el salón mientras se continuaba grabando era hacer silencio. El nene se sentó en una de las últimas filas con su libro. Lo abrió y comenzó a susurrar a Villafañe, verdaderamente sumergido en la lectura. Nos preguntamos ¿Y cómo se le pide a un niño que se guarde el entusiasmo y no lea en voz alta?
>> Otra Caperucita. La nena de 7 años elige una original versión de
Caperucita Roja para recomendar. Invitada a leer en voz alta un párrafo del texto, prefiere contar todo el argumento del libro con sus propias palabras. La edición que tiene en sus manos casi la alcanza en tamaño. Aún así muy segura pasa hoja por hoja, le pone su voz al relato que enriquece con un vocabulario personal. Así lo hace cuando describe uno de los diálogos entre el leñador y Caperucita, donde éste le pide una galleta y ella muy suelta le responde: "Honestamente no".
>> Un viaje oportuno. Luego de leer la saga de
Magnus Chase, escrita por Rick Riordan, el adolescente tuvo la oportunidad de viajar por los países escandinavos y comprobar en esa geografía la similitud de los escenarios y personajes históricos en los que se basó la obra de su autor predilecto. Las historias que remiten a la mitología nórdica "están muy bien documentadas", comentó satisfecho el joven lector.
>> Más que una descripción. "Es un libro nostálgico", describe sin vueltas la chica de 12 años a la obra de Mary Shelley que cuenta la historia de
Frankenstein. Y enseguida explica que esa nostalgia deviene de comprobar que la idea de crear un ser hermoso desde la misma muerte, termina en la soledad de un monstruo. Una explicación que sorprende y embellece la descripción más conocida de nombrar a esta novela solo como un clásico del terror.