Los estudiantes de la Eempa Nº 1.165 José Hernández preparan un acto diferente para el 20 de Junio: cosen banderas celestes y blancas, además de mantas y reunir ropa para llevar a la Maternidad Martin y a una escuela primaria. Solidaridad es la palabra más escuchada mientras unen telas. La idea surgió del departamento de matemática de esta Eempa de Jujuy al 1900.
Mariela Allema es profesora de matemática. Una de las docentes que está al frente de esta iniciativa. Opina que la propuesta de hacer un acto diferente por el Día de la Bandera tiene varias razones: "Los adultos vienen a veces cansados de trabajar, otros con la moral lastimada por haberse sentido expulsado de la escuela común, por eso lo que buscamos es hacer esta red de sostén que necesitan. La escuela trata de alojarlos, que se encuentren cómodos, haciendo algo significativo que los involucra a ellos como personas. Cuando un alumno se sienta a coser, y les explicamos que en esa tarea dejará su huella, se entusiasman más, participan y se vinculan".
Lo que ocurría el miércoles pasado por la noche en el hall de entrada de la Eempa (funciona en la Escuela Belgrano) confirma cada palabra de la profesora Allema. Sobre una larga mesa se ven retazos de tela, lanas y tejidos de los que se asoma un abrigo para otros más necesitados. Noelia Báez considera que la propuesta tiene otra impronta si se la considera dentro de la fecha patria" y que anima a mujeres como a varones a coser sin distinción. "Es muy importante lo que hacemos porque se trata del Día de la Bandera. Por eso me sumé más. Pero también valoro mucho que los chicos estén cosiendo, algunos son un poco machistas, el tema de coser lo tienen más para las mujeres. Es una buena oportunidad para cambiar la cabeza", expresa Noelia.
Otra alumna, Paulina Riboldi Bozza, de 18 años, recuerda que la idea inicial era hacer la bandera "más grande" de todas las Eempas, pero luego se sumó la campaña de abrigo. La bandera no será la más grande pero sin dudas lleva un sello colectivo y eso es otro punto a favor. Marcos Godoy, Mauricio Garay, Emanuel Ramirez y Melanie Mischuk definen a la propuesta como "un incentivo", una "muy buena iniciativa" porque invita a ayudar a los demás.
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Sin distinciones. Sin dudar, los varones se sumaron a coser bandera.
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
"Creo que todos tenemos que aprender a coser, nos puede servir. Además es una tarea para todos", considera otro de los estudiantes, Juan Frías. A esta opinión adhiere Damián Acosta, otro alumno: "Nos pusimos a coser entre todos para integrarnos, ayuda a la convivencia. Y respecto del machismo está bueno que nosotros sepamos hacer estas tareas, nos sirven para cambiar el esquema de que esto es solo tarea de mujeres". Mientras cose, Juan Zanoni anticipa que el acto del 20 de Junio seguramente será muy distinto a los conocidos.
Los docentes también se suman a esta movida solidaria. Entre ellos el profesor de historia David Fortuni. Mientras le pide "por favor!" a Sabrina, una estudiante, que lo ayude a enhebrar la aguja, observa que estas movidas son las que favorecen conocimientos, pero más el sentido de pertenencia a la escuela.
Marcela Albertosi es la directora de la Eempa 1.165. Contenta narra cómo fue creciendo la idea original de coser banderas en hacer mantitas para la Maternidad Martin. A lo que más tarde sumaron la colecta de ropa y zapatillas para donar a la Escuela Nº 133 de Nuevo Alberdi. Al primer proyecto lo llaman "Tejiendo abrazos", al segundo "Un abrigo para un amigo". Pero Alberto si hace notar las coincidencias en los nombres de las instituciones involucradas: el edificio de la primaria Manuel Belgrano, el Jardín Cuna de la Bandera y la escuela a la que llegarán las donaciones 20 de Junio. "Se trata de levantar la mirada a la misma altura del otro y así con pequeños gestos y grandes intenciones, poder cambiar la realidad de muchos y crecer para ser mejores personas", dice la directora.
El lunes que viene, a las 20, cuando se den cita en la Eempa para recordar al creador de la enseña patria, habrá música, pastelitos, números folclóricos y sobre todo mucho amor por el otro. Seguramente como le hubiese gustado a Manuel Belgrano que se lo recuerde.