El gobierno nacional defendió ayer en la Cámara de Diputados el acuerdo con la petrolera española Repsol que prevé el pago de 5 mil millones de dólares por la expropiación del 51 por ciento de sus acciones en YPF, tras más de seis horas de debates.
El gobierno nacional defendió ayer en la Cámara de Diputados el acuerdo con la petrolera española Repsol que prevé el pago de 5 mil millones de dólares por la expropiación del 51 por ciento de sus acciones en YPF, tras más de seis horas de debates.
Durante una reunión conjunta de las comisiones de Energía y de Presupuesto y Hacienda, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini; el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el presidente de YPF, Miguel Gallucio, respondieron los cuestionamientos de los legisladores no sólo por el valor que se pagará por la expropiación sino también por las consecuencias ambientales que dejó la gestión de la petrolera española.
La reunión pasó a un cuarto intermedio para hoy, cuando se escuchará a los especialistas convocados por los bloques de la oposición y también se prevé firmar el dictamen de comisión.
"Venimos con el corazón abierto para que nos acompañen porque este acuerdo es bueno para la Argentina", aseveró Zannini, para luego agregar que la presidenta "Cristina (Fernández) no se va a llevar YPF a El Calafate".
Sobre el cuestionado convenio con Repsol, Zannini reafirmó que "está constituido alrededor de un objetivo: el acuerdo con el expropiado del precio y la forma de pago". Además, destacó que "fue una decisión estratégica expropiar YPF", y rechazó que su privatización, realizada en 1992, haya sido favorecida por Néstor Kirchner, entonces gobernador de Santa Cruz.
"Kirchner no fue el privatizador de YPF. Como si en el 92 hubiera tenido la capacidad de decidir que tuvo en el 2003", sostuvo sobre la presunta actitud del ex presidente, y recordó que "hubo un gran daño social que se vivió sobre todo en la Patagonia" por la privatización de la petrolera de bandera.
Justo y razonable. Por su parte, Kicillof enfatizó, para defender el acuerdo, que "hemos recuperado una compañía para los próximos 100 años", y aseguró también que es "razonable y justo" el precio que se le paga a la compañía española.
"Este convenio no tiene trampas ni letra chica", remarcó Zannini, para detallar que el acuerdo "está constituido alrededor de un objetivo: el acuerdo con el expropiado del precio y la forma de pago".
Al respecto, precisó que el precio a pagar por las acciones expropiadas "se fijó en 5 mil millones de dólares" y "se puso un límite a la emisión de bonos en 6 mil millones de dólares", al tiempo que explicó que en el acuerdo "se especifica que por ningún concepto Repsol podrá cobrar más que 5 mil millones de dólares en capital, si ello ocurriera, tendría que devolver el resto".
Kicillof volvió a aclarar ante una crítica del massista Alberto Roberti que "nadie del gobierno dijo que no le íbamos a pagar a Repsol", y expresó que "estamos completamente seguros de la idoneidad con que se ha tasado esta compañía".
Irritación opositora. El ministro irritó a diputados de la oposición cuando cuestionó a quienes afirmaron que por las acciones expropiadas se terminarán pagando entre 10 mil y 11 mil millones de dólares.
En lo que tiene que ver con el tema del daño ambiental presuntamente provocado por Repsol, Kicillof garantizó que "se ha hecho el descuento sobre el particular" en lo que tiene que ver con "pozos pendientes de instalación y cañerías en riesgo ambiental".
Frente a los cuestionamientos del radical Miguel Giubergia sobre quién responderá por los pasivos ambientales, el ministro admitió que hubo "un desprolijo tratamiento del medioambiente" por parte de la compañía española y aseguró que "se le descontó el valor de las contingencias".
A todo esto, el presidente de YPF, Miguel Gallucio, valoró que desde que la empresa volvió a tener control estatal se consiguieron "mejores resultados que en los últimos 10 años".
"El mundo tiende a buscar recursos en aguas profundas y buscan recursos no convencionales" y en la Argentina en los últimos dos años "hemos tenido el índice de reemplazo más importante" de la última década, sostuvo.