"Ya no se puede ni nacer en San Lorenzo". Así sintetizó en declaraciones a LaCapital el senador provincial Armando Traferri, la situación por la que atraviesa el sector de la salud en esa ciudad y en una vasta región, tras el unilateral cese de prestaciones a los jubilados y pensionados de Pami por parte del Instituto Médico Regional Sociedad Anónima (IMR), un sanatorio privado local que monopoliza la atención de los pasivos en la zona. Sus directivos decidieron dejar de atenderlos ante una presunta falta de pago por parte de la obra social nacional.
"Hemos hablado con los asesores legales y se está estudiando qué medida se va a adoptar", indicó el legislador justicialista a La Capital en referencia a que el contrato entre el centro de salud y la obra social vence recién el 5 de septiembre y consideró que, a su entender, definitivamente están fuera de la ley.
"Es una gran injusticia que pone en peligro la vida y la salud de más de 12 mil personas y ésta es una situación difícil que no se puede resolver con un simple «te debo o me debés»", agregó.
El legislador aclaró que el Pami "ha cumplido con todos los pagos con el IMR, al que le debe 1.200.000 pesos correspondientes a junio, pero este sanatorio hace tiempo que viene cobrando prestaciones que no ha hecho", denunció.
Luego de desmentir la connivencia de las actuales autoridades municipales con el IMR, el senador aseguró que "a partir de agosto los jubilados van a tener asignadas camas en Rosario, que es la medida para salir de esta situación".
Repercusión social. Entre las lógicas repercusiones que generó el cese de las prestaciones se destaca la marcha que protagonizaron el miércoles pasado más de un centenar de jubilados sanlorencinos, quienes pacíficamente reclamaron por los servicios, junto al titular de la Defensoría del Pueblo local, Sergio Davobe, y a los más de 30 trabajadores de sanidad del centro de salud —entre mucamas, enfermeras y personal de mantenimiento—, que también perdieron sus empleos ante la medida adoptada por la patronal del IMR.
Rescate de la Moreno. Por otra parte, Traferri hizo referencia al posible rescate de otro centro de salud, la abandonada Clínica Moreno, que podría ser expropiada, reabierta y puesta en valor. La iniciativa cuenta con un fuerte apoyo de la CGT local, de la Cooperativa Portuaria y otros gremios de la región.
"Hoy cuatro o cinco profesionales manejan la salud en la ciudad", aseguró Traferri, y deslizó que la Asociación Médica ejercería influencia para impedir la habilitación de nuevos efectores. En tal sentido y ante las carencias sanitarias, "la gente elige ir a Rosario. Lo habitual es nacer donde se vive, pero ya no se puede ni nacer en San Lorenzo", ironizó.