Con la excusa del bienestar del pueblo, usted diputado ha decidido aumentarse los gastos de representación y de transporte. Soberbia y demasiado poca grandeza para ponerse de acuerdo a la hora de garantizar el bienestar de nuestro país. Rapidez, consenso y coincidencia a la hora del bienestar individual. Así será difícil construir, unir y crecer. Probablemente esté más preocupado por sorprenderme con una frase fuerte en una entrevista, nota o propaganda, pero no, no es por ahí. Lo que necesito de usted es que use su sabiduría, razonamiento, conocimientos y sentimientos para entender que no es el momento indicado para aumentar el presupuesto de sus gastos. Pienso que es momento de pensar en "nosotros", el pueblo. Recuerde que cada persona tiene problemas particulares que parten de su casa y terminan en sus entornos, es ahí donde se generalizan, y se convierten en un problema social. Sensibilidad social no es empatía. No le pido que se ponga en mi lugar porque no quiero que se siente a llorar a mi lado. Necesito que de forma inteligente busque cómo nos ayudaremos mutuamente para lograr solucionar los problemas sociales, económicos, de salud, infraestructura, culturales, educativos y demás. Siento este gesto como un golpe al sentido común, a la dignidad de aquel trabajador que se levanta todos los días a luchar contra la realidad, al jubilado que cuenta las monedas a fin de mes, al discapacitado que aún lucha por un justa colaboración, al maestro que "nada más enseña", al policía que tiene la "sencilla" tarea de protegernos día a día, al bombero voluntario quien se pone al servicio de la comunidad a cambio de nada, al médico que "sólo" se dedica a salvar vidas. Siento que hay prioridades para debatir y consensuar más urgentes. ¿Y usted, qué piensa? Reflexión para el representante argentino que alguna vez supo trabajar con compromiso, generosidad y convicción.
Otra víctima más de un Estado ausente
Ya pasaron más de tres meses de aquel 22 de febrero de este año donde mi abuela sufrió un accidente al ser atropellada por un auto conducido por un inconsciente, Pablo S., quien salió con imprudencia sin medir las consecuencias. ¿Dónde estaba el Estado cuando esa persona conducía sin carné? ¿Dónde estaba el Estado cuando este tipo salió a la calle con un auto sin seguro? ¿Dónde estaba el Estado cuando lo dejó libre? ¿Y la Justicia dónde está? Son algunas de las tantas preguntas que nos hacemos todos los días, pero hay una mucho más importante ¿Y Pami? ¿No era que Pami es la obra social que cuida a nuestros ancianos? Es lamentable la atención que brindan, el trato hacía nosotros y sobre todo lo mal que tratan a esos pobres abuelos. Ya hace más de un mes que estamos esperando una silla de ruedas y una cama ortopédica. ¿Dónde está el Estado para controlar que se hagan bien las cosas? Una vez más, una víctima de un Estado ausente. ¿Quién será la próxima?
Jesica Gómez
DNI 39.122.206
La tradición no es tortura II
Con respecto a los comentarios vertidos por el señor Alejo Uribe publicados en Carta de los Lectores el 5 de junio, donde ponía de manifiesto su malestar con las apreciaciones formuladas por una locutora de televisión sobre las jineteadas, debo decirle a este señor que dice que el caballo la pasa mejor que el jinete porque debe soportar tan solo 14 segundos de tortura, que invierta los papeles, que el jinete soporte los 14 segundos de rebencazos y clavadas de espuelas en la verijas y luego se duche, y salga bien peinado como hacen con los equinos. ¿No sería más plausible vestir "pilchas gauchas" para no perder la tradición, como dice el señor, y no representarla de una manera tan cruel?
Alberto Emilio Rapado
No todo está perdido como pensamos
Tuve que realizar un trámite, de esos odiosos, o por lo menos de los que no me gustan a mí. Fue en el Servicio de Catastro e Información Territorial Regional Rosario. Era la primera vez que concurríamos con mi esposo a ese lugar. Nos envió un escribano que, por ser papelerío que demanda tiempo y dinero, quiso evitar realizarlos y nos mandó a nosotros sin explicar cómo proceder. El ya recibiría su paga correspondiente tan sólo por poner en un informe su firma. De eso nos dimos cuenta estando en el lugar rodeados de escribanos haciendo lo que deben hacer. Me llevé una grata sorpresa al encontrar allí que el personal era paciente, buena gente, dispuesta a ayudar, explicar e informar a realizar tareas que no le confiere a un ciudadano. Hablo de todo el personal que allí trabaja, jefes y empleados. Con una sonrisa y buena voluntad. Necesitábamos un certificado que llevaría dos meses terminarlo y me lo resolvieron en una semana, por ser de afuera de la ciudad de Rosario. Así, como digo, con una sonrisa e incluso esperándome fuera del horario para recibir el último papel que tuvimos que ir a buscar fuera de ese lugar. Es por esto que queremos agradecer a todos y cada uno de los empleados del servicio de Catastro, en especial al jefe y a dos ángeles más que nos mostraron que no todo está perdido como a veces pensamos.
Sandra De Angelis
DNI 17.067.457
Las necesidades de la gente en la ciudad
En los últimos años, el socialismo pasó a ocuparse más de los dogmas de la ideología "progresista" que de las necesidades de los ciudadanos. El resultado, aparte del incremento del narcotráfico, es el que vemos todos los días
en las fotos que mandan los lectores de La Capital. Una ciudad sucia, rota, abandonada, insegura, decaída, afeada por pintadas. Ni los árboles se salvan, mutilados por cuadrillas municipales. Pero a la intendencia socialista nada de esto parece interesarle, como si los funcionarios vivieran en otro mundo. Y para completar intentan pedir créditos millonarios para iluminar "a giorno" la avenida Pellegrini y el bulevar Oroño, que ya están bien iluminados, cada uno según sus características. Hay políticos que no entienden cuándo les llega el ocaso, pero las futuras elecciones sin duda se lo harán saber. Como consuelo, después tendrán tiempo libre para dedicarse a sus dogmas ideológicos.
Roque A. Sanguinetti
[email protected]
DNI: 6.065.831
N. de la R.: Al mencionar las fotos que mandan los lectores, el autor de la carta se refiere a las que llegan por WhatsApp y se publican en estas mismas páginas.