“Esta historia lleva a Wolverine a un mundo que es muy diferente a cualquiera que se haya visto antes en la serie de X-Men”, comentó el actor Hugh Jackman, intérprete del héroe y quien también se desempeña como productor de la película. “Es visualmente diferente y el tono es distinto. Hay muchas batallas, pero la más grande de todas es aquella dentro de Logan, entre ser un monstruo o convertirse en ser humano”. Así definió Jackman la etapa en la que se encuentra su personaje, con el que debutó en 2000, y que ahora regresa en “Wolverine: inmortal”, que se estrena el jueves.
El personaje más icónico del universo de los X-Men inicia un viaje épico al Japón contemporáneo, un lugar que no ha visto desde la Segunda Guerra Mundial y se interna en el enigmático territorio de los yakuza y los samurai. Al encontrarse en una franca huida con una misteriosa y bella heredera, y enfrentado por primera vez ante la posibilidad de morir verdaderamente, Wolverine será llevado a los extremos físico y emocional. En un peligroso viaje para redescubrir al héroe que lleva adentro, Logan se verá obligado no sólo a lidiar con enemigos poderosos, tanto mutantes como humanos, sino también con el pasado. Mientras Wolverine cruza sus garras con las espadas samurai, comienza una lucha con el precio de su inmortalidad.
La secuela sobre el cómic de Marvel dirigida por James Mangold tuvo un largo proceso que comenzó en 2009. Aunque ya está en marcha “X-Men: Days of Future Past” con la dirección de Bryan Singer, Jackman que esta es la versión más lograda del personaje. “Siempre me encanta Wolverine. Para mí, esta película es la definitiva acerca del personaje”, afirmó. “Incluso no se vieron las películas anteriores o las de X-Men, esta se siente fresca y realmente diferente”.
Vulnerable. “En esta historia, se convierte literalmente vulnerable en todos los sentidos. No sólo emocionalmente, sino también físicamente vulnerable, y esas consecuencias fueron muy interesantes para interpretarlo”, dijo Jackman. “Al principio del filme ves a Logan en su punto más bajo, y muestra la tragedia de su vida desperdiciada. Por su propio bien y el de todos a su alrededor piensa que es mejor estar lejos porque cada vez que regresa al mundo, hay demasiados problemas para todos”, explicó el actor.
Wolverine vio por primera vez la luz en 1974, cuando el personaje hizo su primera aparición en la última tira de una edición de “El increíble Hulk”, y que presagiaba su unión a la banda de héroes mutantes conocidos como X-Men. Poco tiempo después, sería reconocido mundialmente por sus garras del mítico adamantio, sus poderes de auto curación y sus primitivas y furiosas rabietas que ayudarían ellas a convertir a Wolverine en una superestrella dentro del mundo de los superhéroes.
En la década del 80, Wolverine alcanzó su reconocimiento en una miniserie de cuatro ejemplares creada por el escritor de “X-Men”, Chris Claremont y el legendario artista gráfico Frank Miller (“The Dark Knight”, “Sin City”). En la serie, el personaje hace un viaje por sí solo a Japón, sólo para ser arrastrado a un torbellino de crimen, traición y honor, mientras, además, es obligado a enfrentarse tanto a sus aterradoras fuerzas como a su desconocida vulnerabilidad.
Sentido de justicia. Por primera vez, Wolverine, que intenta maniobrar en un mundo que apenas y entiende, encuentra su sentido de justicia. Jackman, quien ha personificado al personaje en seis exitosas películas de X-Men, y quien actualmente se encuentra frente a cámaras rodando una séptima, vio en esta parte de la historia del personaje una oportunidad de profundizar en la indestructibilidad de Wolverine, y también para dilucidar sus aspectos más siniestros de una manera fresca.
Ese deseo de mostrar otros aspectos del héroe se potenció cuando Jackman se puso en contacto con James Mangold, quien había convertido previamente la historia de Johnny Cash en un fascinante recuento de amor y rebelión en “Johnny & June. Pasión y locura” y reinventado el clásico western “El tres de las 3:10 a Yuma”. Según Jackman fue la elección perfecta para darle una nueva visión a Wolverine y para llevar al personaje afuera de las convenciones habituales de las líneas narrativas de los X-Men.
“Jim sabe cómo hacer una película divertida, que tenga escenas increíbles de acción y, además, brindar los elementos más finos en cuanto a la construcción de personajes y narrativa”, comentó Jackman. “En todas las tomas me llevó a profundizar más en el personaje, a mostrar más fiereza, más desenfreno y verme más intenso de la mejor manera posible”.
Acción y suspenso. Mangold dijo que quería romper el molde de la película basada en un cómic. El director explicó: “Lo que me interesó acerca de Wolverine fue hacer algo muy diferente con respecto a la película estándar de superhéroes, donde se trata de detener el plan diabólico de un villano. En esta historia, la acción y el suspenso están más cimentados en el personaje que es entretejido en un mundo que da lugar a una experiencia completamente distinta”.
La película toma un camino alternativo con respecto a las películas de X-Men. “Cuando estás haciendo una película acerca de un equipo de personas como los X-Men, no te podés meter mucho en sus cabezas”, indicó Mangold. “Pero esta película es capaz de realmente adentrarse en Logan, en explorar quién es y las raíces de su furia. Es alguien que ha sido utilizado por el Departamento de Defensa, por el gobierno, por enemigos, por villanos, incluso por seres queridos. Y a lo largo del tiempo, y debido a lo mismo, su ira se ha incrementado, sólo para verse multiplicada por esa característica salvaje preexistente. Sin embargo, dentro de esta historia, comienza a percatarse de cómo su furia puede ser capaz de estimularlo y darle poder”.
Así fue como Mangold comenzó a ver la historia como un thriller acerca de un hombre con un pasado oscuro, que está en búsqueda de su identidad, a diferencia de algo proveniente del universo fantástico de las tiras cómicas.
El encargado de completar la idea de la encrucijada actual de Wolverine es Jackman. “Es alguien que siempre marchó al ritmo de su propio tambor, pero al principio de la película está probablemente más aislado de lo que jamás haya estado en su vida”, explicó. “Está alienado porque fue creado para ser un arma, se está rebelando contra eso y siente que es un peligro para la sociedad”. Jackman continuó: “Se ve a un Logan más vulnerable, más en riesgo y más como un monstruo de lo que lo hayas visto antes. Está luchando contra su identidad, está luchando contra su razón por existir, y ahora enfrenta la decisión de aceptar su verdadera naturaleza o rechazarla”.