Santiago.- Los estudiantes chilenos desafiaron ayer una prohibición del gobierno y salieron a manifestarse en las calles de Santiago y otras ciudades del país, donde levantaron barricadas y se enfrentaron con la policía, en una nueva jornada de protestas. Según fuentes policiales, se registraron 527 detenidos a nivel nacional y 14 carabineros resultaron heridos, mientras anoche continuaban los disturbios en el centro de la capital. "Esto parece un estado de sitio, me imagino que habrá sido así hace 30 años (durante la dictadura militar). Ni siquiera está asegurado el derecho a la congregación en los espacios públicos", dijo la vocero de los universitarios Camila Vallejos.
El gobierno de Sebastián Piñera movilizó ayer a más de mil policías para controlar las protestas y aplicó un decreto dictado por Augusto Pinochet para prohibir las marchas. Las autoridades justificaron la medida señalando que los estudiantes "no son dueños del país" y alertando a sus padres que sus hijos podían salir "lesionados" si acudían a marchar. El decreto firmado por Pinochet en 1983 reconoce que las personas tienen derecho a manifestarse, pero que antes deben pedir permiso a la autoridad.
Los alumnos secundarios y universitarios mantienen desde hace más de dos meses una movilización que incluye tomas de escuelas, paros y marchas en demanda de cambios profundos al desigual sistema de enseñanza del país.
El gobierno entregó el lunes un paquete de 21 medidas para mejorar la educación. Los estudiantes, que deben responder a la propuesta hoy, adelantaron que será rechazada. "Por el momento las asambleas ya han rechazo la propuesta del ministro (de Educación Felipe) Bulnes", dijo Vallejos.
Caos en Santiago. Aún sin permiso, cientos de jóvenes intentaron congregarse ayer en la Plaza Italia, un céntrico lugar de reuniones, cuyo perímetro estaba cercado. Otros centenares se reunieron en otros puntos de Santiago. Todos fueron reprimidos. Entre los estudiantes se mezclaban algunos encapuchados que lanzaban piedras contra la policía. En algunos sectores del centro de la ciudad el aire era irrespirable, varias estaciones de subte estaban cerradas y el transporte público sufrió cortes temporales.
Durante la noche, unos 200 estudiantes tomaron momentáneamente los estudios de un canal de TV para salir al aire. Cuarenta minutos después abandonaron el lugar.
La mayor concentración tuvo lugar en Santiago, con 10.000 estudiantes; en el puerto de Valparaíso, 140 kilómetros al noroeste de la capital, donde se movilizaron 5.000 estudiantes, y en Concepción, 500 kilómetros al sur de Santiago, donde otros miles se sumaron a la protesta.
Estudiantes y docentes reclaman una mejor educación, un mayor aporte estatal, el término del lucro en el sector y que los colegios secundarios dejen de depender de las municipalidades, como desde la dictadura de Pinochet. En Chile, la mayoría de la educación escolar requiere pago de mensualidades. La educación universitaria del país está considerada una de las más caras del mundo.
Propuestas oficiales. El gobierno propuso traspasar gradualmente la administración de los colegios municipales a organismos públicos por definir, mejorar la deficiente preparación de los profesores, aumentar las becas universitarias y reprogramar a los deudores morosos. Pero el tema del lucro, el más importante para los universitarios, no fue abordado en forma directa. Los jóvenes exigen que las universidades privadas reinviertan y no retiren sus utilidades. La ley que las creó en 1981 dice que son entidades sin fines de lucro.
Aún si la propuesta es rechazada, el vocero oficial, Andrés Chadwick, dijo que el gobierno seguirá "los caminos institucionales", lo que significa que enviará los proyectos al Congreso. El oficialismo posee una leve mayoría en la Cámara de Diputados mientras el Senado está controlado por la oposición de centroizquierda.
En caída
La popularidad de Piñera cayó a un 26%, el respaldo más bajo para un mandatario desde el retorno a la democracia en 1990, según reveló ayer un sondeo del empresarial Centro de Estudios Públicos. La caída en la aprobación a Piñera obligó ya al presidente a nombrar tres gabinetes en menos de un año y medio de gobierno.