Una mujer y su hijo adolescente fueron sorprendidos por cuatro ladrones armados cuando ingresaban su auto a la cochera de su casa de barrio Parque y, una vez dentro de la vivienda, los maniataron y maltrataron antes de revolver todos los ambientes en busca de objetos de valor. Un rato después huyeron con unos 3.000 pesos en efectivo y teléfonos celulares.
El heco ocurrió el miércoles, pasadas las 21, cuando Daniela Y. volvía con su hijo de 18 años a su casa de Viamonte al 2900, donde tambén vive su madre. "Justo en ese momento se cortó la luz en la cuadra. Alcanzamos a entrar el auto en la cochera pero antes de cerrar el portón aparecieron los ladrones. Uno amenazó a mi hijo y otro me agarró de los pelos y me llevó para arriba", contó ayer la mujer.
Tres de los ladrones subieron a la planta alta de la vivienda con sus víctimas y el otro se quedó de campana en la puerta. "Mi mamá está mal de salud y cuando se encontró con los ladrones tuvo un pico de presión", comentó Daniela, que ayer a la mañana aún estaba muy preocupada por lo ocurrido y sus posibles consecuencias.
Luego de maniatar a las víctimas y revolver toda la casa en busca de dinero y objetos de valor, los delincuentes comenzaron a cargar electrodomésticos y otros elementos en el auto de Daniela. Sin embargo, según presume, algún vecino que notó movimientos extraños en la casa "debe haber llamado a la policía" porque uno de los delincuentes advirtió la llegada de un patrullero y eso hizo que los maleantes tuvieran que abortar el plan.
De esa manera, huyeron sólo con el dinero en efectivo que habían recolectado, "alrededor de 3.000 pesos", calculó la mujer. "Se llevaron esa plata y los celulares, aunque habían preparado otras cosas, como cámaras de fotos y el monitor de la PC de mi hijo. Aún no sé si se habrán llevado algo más, no terminé de revisar", sostuvo Daniela, y añadió que además se llevaron medicamentos de su madre.
Aclaraciones. "Me pedían plata como si supieran que en casa había algo importante, cosa que no es así porque yo vivo al día", explicó la víctima, para aclarar sobre versiones que habían trascendido durante la mañana de ayer.
"No se llevaron 10 mil pesos porque es imposible que acá contemos con una cifra así. Tampoco soy encargada de una pescadería céntrica sino vendedora de una empresa de insumos para gastronomía, y el dinero que me robaron no corresponde a ninguna recaudación sino que eran ahorros de mi hijo y la pensión de mi madre", concluyó Daniela visiblemente dolorida.