"Cuando se estaban yendo desde el balcón de enfrente el hombre les gritó algo. Uno de los ladrones se vio vuelta, le dijo «callate» y le pegó un tiro". Quien relató la secuencia en la que murió Francisco Orlando Calvano, el hombre de 53 años que intentó impedir el atraco a un vecino, a cien metros de la villa La Lata, fue Giannina R., una joven que vive en el barrio. El proyectil le atravesó el cuello a Calvano y le perforó el corazón. Su vida se consumió en escasos minutos a pesar de los esfuerzos de un vecinio por reanimarlo.
El trágico suceso ocurrió cerca de las 20.30 del sábado. A esa hora, Juan M., de 77 años, llegaba a su casa de Virasoro al 1500, entre Paraguay y Presidente Roca, a bordo de un Renault Clio. Cuando se disponía a ingresar con el vehículo a la cochera contigua a su viivienda fue emboscado por dos hombres jóvenes que, al parecer, esperaban desde hacía un rato el momento oportuno para entrar en acción. "Dame la billetera", ordenó uno de los ladrones cuando lo encañonó al automovilista con una pistola calibre 22.
El hombre no opuso resistencia y entregó la billetera a los malhechores. En ese momento, Calvano enfrente de la propiedad del hombre asaltado, en el primer piso de una casa de tres plantas. El hombre fallecido había llegado a visitar a la madre enferma de Alzheimer y suministrarle los medicamentos como lo hacía habitualmente.
Cuando ya los delincuentes se marchaban con el dinero sustraído a Juan M., Calvano se asomó al balcón y observó a los ladrones. Al parecer, en ese momento comenzó a gritar para alertar a los vecinos del atraco. También vociferó que iba a llamar a la policía. La reacción de uno de los asaltantes fue demencial. Primero le ordenó que se callara y después pulsó el gatillo de la pistola apuntando hacia arriba. Un balazo atravesó el cuello de Calvano que se derrumbó agonizante en el balcón.
Gritos de angustia.EN_SPACEEN_SPACETras el ataque, los gritos de desesperación de la madre pidiendo ayuda resonaron en la cuadra. Un vecino acudió en ayuda de Calvano. Intentó reanimarlo en vano. El hombre murió a escasos centímetros de una de las paredes de la galería con la imagen de Jesús. Mientras la vida de la víctima se apagaba, los dos asaltantes escaparon por Paraguay en dirección a Rueda.
Ayer al mediodía, Miguel, un taxista que vive en el tercer piso de la propiedad donde estaba el hombre fallecido, brindó su versión del violento episodio. "El salió al balcón cuando uno de los ladrones se fue corriendo y le gritó. No sé lo que le dijo. Entonces el que estaba parado en la vereda, al lado de la columna del alumbrado público, le tiró y le metió el tiro en el cuello. Los vecinos vinieron para reanimarlo. No tenía un agujero. Solamente se le veía un puntito porque le pegaron con una pistola 22, explicó Miguel. El proyectil le atravesó órganos vitales como el corazón y los pulmones.
En foco. Miguel explicó que Calvano pudo observar al agresor. "Quedó muy expuesto porque estaba la luz prendida del balcón", comentó. También dijo que su tío quedó perplejo cuando comentaron en el vecindario que la víctima fatal era él y no Calvano como ocurrió en realidad.
"Se corrió la bola de que habían matado a un taxista y pensaron que era yo porque soy tachero. Cuando se dieron cuenta de que no era yo los muchachos que vinieron de la estación de servicio me dijeron «te alargaron la vida».
Giannina R. es una joven que vive en la cuadra donde ocurrrió el trágico suceso. Su versión coincide con la brindada por Miguel, aunque solamente difiere en un detalle. La chica indicó que el agresor disparó desde la calle al hombre fallecido. "Estaba encerrada y no quise abrir, pero miré desde el balcón. Cuando el vecino estaba guardando el auto le robaron la billetera. Los tipos lo estaban esperando escondidos, pero los vecinos comentaron que ya lo tenían fichado. El fallecido trató de ayudar al vecino que llegaba en el auto y les gritó a los ladrones cuando se estaban yendo", comentó la muchacha.
La demora. En ese momento, Giannina escuchó dos estampidas y uno de los proyectiles impactó en Calvano. A partir de ese momento, los vecinos se contactaron con el 911 y el Sies, pero, según dijo, la policía y el móvil sanitario de la municipalidad demoraron en arribar a la escena del hecho. "La ambulancia llegó más de una hora después y los tres patrulleros del Comando Radioeléctrico cuarenta y cinco minutos más tarde. La gente les pedía que ayudaran para socorrerlo" (al hombre asesinado), se lamentó.
Miguel contó que Calvano estaba casado. Tenía tres hijos y vivía en la zona sur de la ciudad. El caso es investigado por el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini y la policía de Investigaciones.