Hasta el cometa Halley viene a rendir homenaje al Centenario de Mayo (I). Podemos afirmar que todas las naciones, que el Universo entero rinde homenaje a la fecha gloriosa de Mayo. ¡Hasta el cometa Halley vendrá a conmemorar el primer grito de nuestra Independencia! Sin embargo, algunos espíritus pueriles nos dicen que en este Mayo del Centenario se va a escuchar otro grito, y que no será precisamente de libertad ni cosa que se le parezca. Se presume, se "palpita" que sea un grito de dolor, de muerte; terrible, trágico, espeluznante... Se teme, simplemente, que el cometa de Halley destruya al mundo. Pero ¡como!, nosotros creíamos que nuestro pueblo viril es de aquellos que no se dejan envolver tan fácilmente. Nada de gritos. La fecha del Centenario no es propicia a tales espectáculos. No comencemos la segunda centuria de nuestra libertad, como comienza "El Tenorio": "Cuál gritan esos malditos...". Y que un cometa nos parta no es cosa tan fácil de realizarse como se cree generalmente. Entonces, pues, preparémonos a recibir cordialmente a los enviados de todas las naciones. La nuestra es una patria hospitalaria. Vengan los enviados de todos los reinos, de todas las monarquías, de todos los imperios. Recibamos lo mismo a un enviado del imperio otomano que a un enviado del imperio celeste. Reconocemos que todo esto origina al país un gran desembolso, pero ¿y qué?... Al que quiere "celeste" que le cueste, tal reza el refrán. ¿Quién será, pues, ese enviado "celestial"? Halley. El cometa Halley, o de Halley, que lo descubrió. ¿Llegó ya? ¿No llega aún? Eso es lo que todo el mundo se pregunta. Pero su demora, en todo caso, no es extraña, porque el viaje es largo: el imperio celeste es el más vasto de los campos ya que sus regiones no tienen límites. Después de todo, el enviado de las regiones celestes ha sido más anunciado que los demás representantes, y se lo espera con gran impaciencia. (1910)