Caracas. — El gobierno del presidente Hugo Chávez promulgó un decreto que
obliga a los comercios a cerrar sus puertas varias horas antes de lo acostumbrado, como parte de un
severo plan de racionamiento eléctrico. Venezuela es una potencia mundial energética, pero padece
graves carestías de electricidad, imputadas por el gobierno a la falta de lluvias y por la
oposición a la falta de inversiones.
Algunos temen que la drástica medida pueda derivar en una reducción de
empleos en bares, restaurantes, cines y casinos, entre otros comercios. La nueva regulación comenzó
a regir ayer, tras el asueto de año nuevo. Con estás restricciones, el gobierno espera reducir 20%
en el consumo de energía respecto de igual período del año anterior.
Los locales comerciales sólo podrán funcionar entre las 11 de la mañana
y 9 de la noche. Los casinos sólo tendrán suministro entre las 6 de la tarde y 12 de la noche.
El incumplimiento del plan de ahorro energético implicará un
“recargo tarifario de 20% para la primera infracción y 10% adicional por cada
reincidencia”, refiere el decreto. Se se prevén otras sanciones, como cortes del servicio por
24 horas o 72, si reinciden. “Desde anoche las calles son más oscuras que antes”, dijo
Carolina Pérez, una estudiante de 23 años, que caminaba en la penumbra hacia su casa en el centro
de Caracas. La violencia criminal va en aumento en Venezuela y las encuestas revelan que es una de
las principales preocupaciones de los ciudadanos.
José Yañez, un cocinero de 27 años, dijo temer que el cierre adelantado
de bares, restaurantes, discotecas y cines provoque despidos masivos.