Varias familias asentadas en un barrio periférico de Venado Tuerto deberán ser trasladadas a otro lugar pero tropiezan con la estigmatización social, lo que complica su situación. El complejo de viviendas se encuentra en una zona alejada del centro urbano, frente a un selecto barrio y lindero al coqueto Polo Club.
La secretaria de Desarrollo Social, Alejandra Filippetti, planteó la necesidad de buscar nuevos lotes para la reubicación de las familias que continúan en el asentamiento irregular conocido como barrio "Las Mojarras". Están evaluando distintas posibilidades, entre ellas disponer de terrenos municipales para la construcción de las viviendas y posterior traslado. En este sentido, la funcionaria aseguró que el principal inconveniente que se les presenta es la "estigmatización" que tienen estas familias.
"Nosotros venimos trabajando con las familias que viven en el barrio desde hace mucho tiempo, más precisamente desde 2008. Siempre la dificultad fue el lugar donde reubicarlos, es decir, conseguir la tierra", indicó la secretaria, y recordó que el año pasado se hizo un acuerdo con privados que tienen loteos en esa zona, consiguiendo los lotes y hasta logrando la aprobación de la Comisión Municipal de Tierras y del Concejo.
Sin embargo, producto de los intereses de vecinos de la zona donde se reubicarían las familias, "más que nada por la estigmatización que sufren", se planteó una oposición. "La marcha atrás se dio por esta resistencia de los vecinos en el barrio El Cruce, por una cuestión de prejuicios, principalmente de uno de ellos que hizo un trabajo muy prolijo, que reunió al resto de los vecinos, armó asambleas para oponerse y hasta amenazó con iniciar acciones legales", explicó.
Estigmatización. Según destacó Filippetti, esta estigmatización lleva a que cuando se consigue un lugar donde reubicar a las familias, los mismos propietarios de los alrededores presenten sus resistencias; lo cual "nos lleva nuevamente a tener que conseguir otro lugar, situación que nos obliga a volver a presentarlo a la Comisión de Tierras y al Concejo, que debe hacer la ordenanza para que luego sí podamos empezar con la edificación de las viviendas y la relocalización de estas personas".
La funcionaria agregó que "en este momento, para poder resolverlo, la alternativa es buscar lotes municipales y no a través del convenio con un privado como se venía trabajando. Las familias "son cada vez menos, ya que la gran mayoría logró reubicarse con la ayuda del Municipio".
"Lo que nosotros le planteamos, por una cuestión de calidad de vida, es que si las familias decidían mudarse provisoriamente a otro lugar, o si podían resolver la situación habitacional de otra manera, desde el Estado lo ayudábamos económicamente o con materiales, y tumbábamos la casa del barrio, lo que logró que se modificara el paisaje en este sector de la ciudad, donde son cada vez menos las casas", dijo.
Por otro lado, y en cuanto a la metodología de trabajo que vienen desarrollando con estos grupos familiares, la secretaria de Desarrollo Social detalló que "todo el trabajo que se hace es a través de asamblea comunitaria, a cargo del equipo territorial del barrio Ciudad Nueva, intentando acordarlas formas de traslado, que sería de manera progresiva".
Si bien en ese momento había unas 16 familias, actualmente sólo quedan cinco o seis. Son grupos familiares que hace más de 20 años que viven en ese mismo sitio, teniendo el sentido de pertenencia del lugar, por eso no se puede sacar y poner como si fueran una cosa, sino que es una tarea que requiere su tiempo por el desarraigo que significa".