Venado Tuerto.— El Concejo Municipal de esta ciudad aprobó por unanimidad la demolición de una ampliación realizada en un local comercial céntrico, que ya está en avanzada etapa de edificación.
Venado Tuerto.— El Concejo Municipal de esta ciudad aprobó por unanimidad la demolición de una ampliación realizada en un local comercial céntrico, que ya está en avanzada etapa de edificación.
La decisión la tomaron los nueve ediles en la última sesión, luego de semanas de debate y reuniones con funcionarios municipales y con el empresario local Miguel Angel Gómez, responsable de la edificación.
También, y por unanimidad, se repudió el escrache sufrido por el intendente José Freyre luego del cacerolazo realizado en Venado Tuerto (ver aparte).
Los concejales Roberto Meier (FAP) y Liliana Rostom (PJ) consiguieron el apoyo del resto de sus pares para tratar la construcción irregular que se está levantando sobre calle Casey, en el local comercial llamado Taco. La irregularidad fue detectada por un vecino, quien denunció la situación en el Concejo.
Desde el municipio. El municipio, a través del Jefe de Obras Particulares, Eduardo Pacheco, envió en tanto una nota con fecha 22 de junio donde advierte que el proyecto de esa obra "no podrá ingresar ya que se constató la ejecución de trabajos no previstos en la propuesta presentada, y que transgreden las normativas vigentes del Plan de Desarrollo Territorial".
Aducen las autoridades que "por lo tanto se deberá dar cumplimiento a la notificación Nº 71.080 del 21 de junio, donde se ordena la inmediata paralización de la obra, debiendo además presentarse en la Dirección de Obras Privadas a fin de solucionar la cuestión planteada".
Miguel Gómez acató en principio la paralización de la obra y solicitó un incremento de los parámetros urbanísticos a los fines de mejorar el rendimiento comercial del lote. Eso mismo es lo que le explicó a los concejales en un plenario, aunque no logró convencerlos de que depusieran la actitud de querer parar los trabajos.
Para Meier, "al no tener una respuesta que lo satisfaga (el empresario) decidió continuar la obra ampliando la construcción que había comenzado ocupando la totalidad del predio. Esta situación tiene además el agravante de que le quita la entrada de aire y luz a departamentos linderos, lo que generó la protesta inicial de un vecino afectado".
Según puede verse en el registro gráfico, el edificio consta de planta baja y dos pisos, y toda su estructura ya está construida.
Ley orgánica. El artículo 19 de la ley orgánica de municipalidades que regla las atribuciones del Concejo Municipal establece en el ítem 27 "reglamentar igualmente la construcción de edificios particulares, con el fin de garantizar la solidez e higiene, y ordenar la compostura o demolición de aquellos que por su estado ruinoso ofrezcan peligro inminente".
Además, la norma expresa en su artículo 21º que "para ser efectivos sus mandatos, acuérdense a las municipalidades los siguientes derechos: demoler las construcciones que no se ajusten a las ordenanzas y destruir los objetos, libros, mercaderías (o dar muerte a los animales) que fueren hallados en contravención y que signifiquen un peligro público".
El miércoles, los concejales resolvieron por unanimidad sancionar un decreto que resuelve "reiterar la paralización de la continuidad de la obra en calle Casey", y "emplazar en el término de 15 días a la demolición de toda construcción que exceda el factor de ocupación del suelo (FOS).
En el caso de que dicha demolición no sea hecha efectiva por el propietario, la Municipalidad dará los pasos correspondientes para hacer la misma con cargo al propietario, conforme al artículo 21, inciso «a» de la ley orgánica de municipalidades".
Por último, sostiene que "hasta tanto se haga efectiva la demolición, no se aceptarán presentaciones de planos ni tramitaciones correspondientes a construcciones o loteos donde tenga participación el Miguel Angel Gómez".
El inicio de obras sin las autorizaciones correspondientes, o las edificaciones que comienzan y luego violan la legislación, son una constante en muchas localidades de la provincia, y han generado innumerables debates, sobre todo en Rosario. Basta recordar la reciente discusión que se dio en esta ciudad por la construcción, por parte de un club de la costa, de un gimnasio que supera ampliamente las medidas reglamentarias. La decisión tomada por el Concejo venadense constituye, en este sentido, todo un acontecimiento, del que otras administraciones seguramente tomarán nota.
Repudiaron el escrache a Freyre
El Concejo venadense repudió también en forma unánime el escrache que sufrió el intendente José Freyre frente a su domicilio y tras llevarse a cabo el cacerolazo del jueves 13 de septiembre.
El más encendido de los discursos provino de parte del edil radical Carlos Díaz Vélez, quien directamente acusó de “fascistas” a los escrachadores.
“Nadie en su sano juicio puede estar en contra del derecho a manifestarse, ya que es un derecho constitucional. Pero ir a la casa de cualquier persona, ya sea intendente o concejal, no corresponde. Esas son actitudes de fachos, enfatizó el edil.



