Unas 2.000 personas quedaron varadas en la alta montaña de Mendoza a raíz de una decena de aludes causados por intensas lluvias, lo que obligó a las autoridades a cerrar el paso por el cruce Los Libertadores y otras rutas para evitar accidentes. Los kilómetros afectados inicialmente fueron 1.176 (pasando Uspallata hacia el Oeste) y 1.182, desde donde se cortó el tránsito en forma total desde el ingreso a Potrerillos.
Los varados no pueden ser evacuados debido a las condiciones meteorológicas desfavorables en la zona y los importantes deslizamientos de tierra y piedras que ralentizan las tareas de despeje.
En ese marco, el gobernador Alfredo Cornejo convocó al Centro de Operaciones de Emergencia Provincial para trabajar en forma coordinada entre las fuerzas provinciales, Gendarmería y el Ejército en las tareas de evacuación.
El gobierno aconsejó a la población que no suba o tome como camino alternativo el Pehuenche que es la única vía transitable hacia y desde Chile, ante los peligros que pueden deparar el barro o las rocas desprendidas en torno a las rutas.
Como medida preventiva se prohibió el tránsito de automóviles, colectivos y camiones hacia Alta Montaña con un corte de ruta efectuado por la policía y Gendarmería entre Uspallata y Potrerillos. Por ello cientos de transportistas tienen que esperar en la zona de la Destilería de YPF.
En tanto, la vocera de Defensa Civil de la provincia, Silvia Grau, advirtió que las autoridades calculan que recién dentro de "48 horas" se podría habilitar el paso hacia el país trasandino.
Grau precisó que había unos "dos mil afectados y muchos autoevacuados" en los centros de evacuación. Destacó que "hasta ahora no hay ningún herido y esperamos seguir así".
Dijo que existen dos inconvenientes principales que imposibilitan la evacuación completa. Uno de ellos es el gran alud de 800 metros de diámetro que se formó en el kilómetro 1178 de la ruta nacional 7, entre las localidades de Picheuta y Polvaredas, ya que la contundencia y densidad del alud retrasa el operativo.
El segundo problema que tienen las autoridades es la gran intensidad de las ráfagas de viento que acechan la zona desde hace algunos días y que no permiten a los helicópteros de rescate llegar hasta los centros de evacuados situados en Punta de Vacas, Polvaredas y Uspallata, como así tampoco se pueden suministrar más víveres y elementos como ropa o frazadas.
Otras 200 personas están atrapadas entre distintos aludes y en la zona del Puente del Inca hay unos 150 evacuados, informaron fuentes oficiales.
Refugios. El gobierno provincial habilitó tres refugios para quienes se encuentran en la zona crítica, que son la escuela de Polvaredas, la de Punta de Vacas y la de Puente del Inca, al tiempo que envió ayer a la mañana alrededor de 3.000 raciones de comida.
Se calcula que entre los varados hay muchos turistas que pretendían cruzar a Chile para tomarse unas vacaciones, como así también chilenos que llegaban a la provincia y visitantes hacia la zona. Los más complicados son quienes se encuentran en Punta de Vacas y Polvaderas, debido a la imposibilidad de acceder a esas localidades. Se está dando prioridad en la asistencia a aquellas personas que requieren atención médica. Un helicóptero de gestión privada que opera en el Parque Provincial Aconcagua estuvo bajando a las personas que estaban varadas en la zona y las trasladó a los centros de Uspallata y Punta de Vacas, pero en las últimas horas la aeronave no pudo despegar por el fuerte viento.
El gobierno provincial, a través de Defensa Civil, el Ejército y Defensa Civil de Las Heras, están trasladando a pie comida y abrigo para los afectados.
Hay más de 10 kilómetros de ruta afectados por aludes, según aseguraron autoridades chilenas. En total son 11 deslizamientos de tierra, dos de ellos de gran magnitud.
Desde Vialidad Nacional informaron ayer que seis máquinas están trabajando en turnos rotativos, las 24 horas, para despejar la vía, lo que llevará "no menos de 48 horas si no se producen más aludes".
Algunos turistas argentinos que quedaron varados dijeron que estuvieron "doce horas a la intemperie sin ayuda". Dijeron además que durante la noche del sábado y madrugada de ayer debieron abrigarse con toallas y ropas que llevan encima y que, aún así, les costaba soportar el frío.
Los viajeros argentinos no podrán regresar hasta dentro de dos días.
Ayer a la tarde estaban esperando que liberaran la ruta del lado chileno para regresar a Santiago de Chile y aguardar hasta que se pudiese despejar los caminos en Argentina.
Un rayo que cayó en una playa de Monte Hermoso hirió a seis veraneantes
Un rayo que cayó ayer en las playas Monte Hermoso causó heridas a seis veraneantes, de los cuales debieron ser trasladados al Hospital Menor Dr. Ramón Carrillo. Un bañista que se encontraba en el mar en el momento de la deflagración sufrió una severa descompensación y debió ser rescatado por los salvavidas.
El jefe de bomberos de Monte Hermoso, Heber Hurst, dijo que no se sabe por qué el bañista se descompensó. "No sabemos si fue por el ruido, porque el rayó no le cayó a él, sino a unos doscientos metros. Lo atendieron los salvavidas", indicó.
El director del hospital Carillo, Pablo Vera, dijo que por el incidente ingresaron seis personas al centro asistencial, "dos por el servicio de ambulancia, y los demás por sus propios medios". Dijo que un hombre de 53 años, identificado luego como Andrés Vall, de Bahía Blanca, ingresó con un cuadro de hipotermia, dos heridas circulares al nivel del muslo como de un impacto eléctrico, y casi ahogado. "Se está compensando y tomando temperatura corporal", explicó.
El rayo cayó en una bajada céntrica, a metros del parador Guardalavaca.
Los demás afectados, una mujer de 35 años que caminaba por la orilla con su pequeña hija de 3, una embarazada de 31 años a quien le bajó la presión "por el susto", y dos hombres de 57 y 71 años respectivamente, están fuera de peligro. "Dijeron haber sentido el paso de electricidad por el cuerpo", contó Vera.