La persona que hirió a un policía el domingo pasado, cuando un grupo de simpatizantes de Newell's Old Boys provocó desmanes en la zona de Pueyrredón y Pellegrini, estaría identificada, según surgió de un reconocimiento hecho por un testigo directo. Además, el expediente penal abierto tras los hechos acumuló otro dato clave: una veintena de llamados al 911 ingresados por vecinos indica que todo comenzó a las 16 de ese día, lo que va consolidando la hipótesis de que existió un claro acto de sabotaje de las cámaras de video del club, que fueron desactivadas veinte minutos después, cuando los agresores se refugiaron en las instalaciones de la entidad.
La Justicia va recogiendo datos que permiten echar algo de luz sobre los incidentes ocurridos hace casi una semana —y que obligaron a la suspensión del clásico con Rosario Central— en el enfrentamiento entre policías e hinchas rojinegros en los alrededores y dentro de la sede que la entidad posee en el corazón del parque Independencia.
Fuentes confiables indicaron a este diario que las 32 cámaras de videovigilancia instaladas dentro del club y en su perímetro fueron desactivadas 20 minutos después de que se iniciaran la reyerta.
Es que veinte llamados de emergencia hechos por vecinos de Pellegrini, entre Pueyrredón y Callao, al número de emergencias 911 indica que todo comenzó entre las 16.02 y las 16.05, mientras que las cámaras de videovigilancia salieron de servicio a las 16.21, cuando la policía repelió el ataque y el grupo se replegó en el predio de la entidad. Esos registros fueron aportados por la división Judiciales de la Unidad Regional II, que dirige la investigación respecto de la actuación de la fuerza.
Aunque los peritajes técnicos están pendientes, con ese dato y la reconstrucción hecha por la fiscal Nora Marull, la pesquisa va confirmando la hipótesis de un evidente sabotaje destinado a impedir que se identifique a los agresores.
En ese sentido, durante la inspección se dejó constancia que el sistema informático del monitoreo no cuenta con alimentación de emergencia para funcionar.
El club posee el denominado UPS, fuente de suministro eléctrico que tiene una batería con el fin de seguir alimentando el dispositivo en el caso de interrupción del suministro. Eso, precisamente, impidió que el sistema siguiera grabando.
Para profundizar la pesquisa, la jueza de Instrucción Nº 2, Alejandra Rodenas, solicitó la grabación de dos cámaras del sistema público: una ubicada en Pellegrini y bulevar Oroño y otra en Pellegrini y Ovidio Lagos.
Aunque con datos preliminares, tanto Marull como Rodenas están abocadas a determinar la identidad de quien disparó el arma que hirió en el cuello al policía Pablo Orellano, proyectil que salió del grupo de simpatizantes que ingresó por el portón Nº 6 del estadio Marcelo Bielsa.
En ese rumbo, los investigadores estarían tras los pasos de una persona que fue apuntada (a través del reconocimiento fotográfico) por un testigo directo.
"Luego de chequear sus antecedentes, se libró la orden de detención para esta persona. No obstante, hay que ser cuidados con el dato", indicó una calificada fuente judicial.
Luego del enfrentamiento, la policía secuestro una pistola calibre 9 milímetros dentro de un baño de la pensión del club (debajo de una tribuna) y ocho personas quedaron detenidas.
Tras ser indagados por el delito de "intimidación pública" y de infringir la ley nacional del deporte, recuperaron la libertad entre el lunes y el martes pasado.
Historial. Los antecedentes previos con atentados a domicilios institucionales y privados identificados con ambas facciones motivaron la suspensión del clásico programado para el domingo en el Gigante de Arroyito.
El frustrado derby rosarino también disparó un áspero cruce entre dirigentes de ambos clubes y funcionarios de Seguridad del gobierno provincial, que se achacaron mutuamente la responsabilidad en el fracaso del operativo de control.
En Youtube se ve el ingreso
Un video casero levantado en Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=I-lAXVpnWX0) muestra parte del repliegue de los hinchas de Newell's Old Boys dentro del predio que la entidad posee en el parque Independencia, cuando la policía comenzó a repeler los ataques. El material está en manos de la Justicia, que intenta determinar qué hacían en las instalaciones. En los comentarios se hace alusión a la presencia de caracterizados barras leprosos.
