Las selecciones de Uruguay y Francia no se sacaron ventajas en el debut y empataron sin abrir el
marcador en un partido correspondiente al Grupo A, que se jugó en el estadio Green Point, con el
arbitraje del japonés Yuichi Nishimura. Fue expulsado el uruguayo Lodeiro.
El primer tiempo mostró a los dos equipos demasiado conservadores e
imprecisos, jugando la mayor parte en el mediocampo y con escasas llegadas a las áreas. Uruguay
superpobló el sector de gestación y Francia no encontró claridad. Los arqueros tuvieron poco
trabajo.
El primer tiempo se diluyó en intentos y con los dos equipos más
preocupados por obstruir lo que promovía el contrario que por la propia creación. Fue otra la
disposición con la que pisaron el césped después del descanso y esto se tradujo en mayores
situaciones de gol frente a los arcos, aunque pocas de ellas llevaron peligro concreto.
Forlán fue el que más preocupó a los galos y Toulalan, Ribery y Anelka
arrimaron peligro a los charrúas. Fue el propio Forlán, lo mejorcito de Uruguay, el que protagonizó
la que sería la jugada más clara de gol del encuentro: un saque lateral que se transformó en centro
y el rubio delantero oriental le pegó apenas desviado.
Hubo un quiebre en el juego a diez minutos del final cuando se fue
expulsado Lodeiro, por doble amonestación, y entonces Uruguay se refugió en su campo y soportó la
arremetida francesa hasta el pitazo final.
Se puede decir que ni Francia ni Uruguay lo supieron ganar, no
encontraron la manera de quebrar el esquema del rival y la mayoría de las veces cayeron presos de
sus propios desaciertos.
Por eso el DT de la selección francesa, Raymond Domenech, se mostró
decepcionado por el magro 0 a 0 y dijo: “Desde luego que es frustrante si uno hace
permanentemente presión y la pelota no entra. Si uno ve el nivel en este partido, fue decepcionante
(el resultado)”. Y el uruguayo Forlán expresó: “Tuvimos un par de situaciones de gol,
aunque nos costó de tres cuartos en adelante”. En el grupo todo quedó igual. l