Uni de Rosario ganó y se metió en cuartos de final

Más allá de la manifiesta irregularidad que muestra, Universitario de Rosario sigue adelante en la defensa del título en esta segunda edición del Torneo Regional Centro. Ayer, no mostró la solidez de otras tardes y con poco le bastó para superar a su homónimo de Santa Fe y clasificar a los cuartos de final del certamen.

  El trabajo de los Académicos rosarinos fue de menor a mayor y a partir de una sólida defensa fue edificando una inobjetable victoria ante un rival muy limitado. Lógico que en un principio no le resultó tan fácil ya que, preso de sus propios errores y desorganización, permitió que los santafesinos hagan su negocio. En la primera media hora el nivel de juego fue bastante discreto, todo se resumió a una pulseada entre los forwards y a la capacidad para aprovechar las oportunidades que se presentaban. En ese sentido Uni de Santa Fe fue más práctico ya que con menos cantidad de pelotas disponibles pudo adelantarse en el marcador.

  Contrariamente, si bien tuvo la posesión, el equipo local se apuró demasiado y desperdió buenas oportunidades por no saber capitalizar o bien por tomar una decisión incorrecta. No obstante lentamente fue imponiendo el ritmo y así fue dejando sin piernas a su rival. Sebastian Gamboa abrió la cuenta para el dueño de casa, quien pasada la media hora empezó a jugar a voluntad ya que cuando quiso, aceleró e hirió, desnudando las falencias de un rival bastante limitado. Así, antes del cierre del período, llegaron los otros tries (el de Anibal Schiavo y el try penal) que establecieron cierta justicia en el marcador.

  Un drop de Pablo Iguri estrenó el complemento cuando todavía no había pasado un minuto. Si bien Uni estiró las diferencias, al partido le faltaba un largo camino por recorrer. Milo, el mejor jugador de la visita, interceptó una pelota y de contra achicó las diferencias que si bien no pusieron en riesgo al marcador le dieron cierto aire a su equipo para seguir luchando.

  Así las acciones se hicieron muy disputadas pero también muy desprolijas y el cotejo se fue poniendo más calentito. Los santafesinos comenzaron a atacar y al hacerlo en forma desordenada no hizo otra cosa que realzar la defensa del local, que varias veces aguantó los embates, recuperó la pelota y salió jugando desde su propio ingoal.

  La mejor jugada del partido llegó casi al final, cuando Pablo Iguri (la figura de la tarde de ayer) dibujó un dribiling perfecto, con cambios de pasos, frenos y aceleradas, en los que fabricó un callejón y terminó su carrera bajo los palos, bajándole el telón al partido.