La propuesta para mejorar los accesos a las terminales portuarias del Area Metropolitana Gran Rosario, presentada el jueves en la Bolsa de Comercio, incluye nueve obras viales y 13 ferroviarias, y demandarían, según las estimaciones previas, más de 400 millones de dólares de inversión. El proyecto, menos ambicioso que Plan Circunvalar —empantanado hace años— fue elevado al gobierno nacional, cuyos funcionarios le dieron buena acogida. No obstante, la magnitud de los recursos que involucraría deja a este plan, por el momento, en una expresión de deseos de los municipios y comunas, afectados por el intenso tránsito de camiones en la región en épocas de cosecha gruesa, y de las terminales portuarias instaladas.
El escenario en el cual tienen que convivir los vecinos de las localidades desde Timbúes hasta Arroyo Seco muestra que por esos 70 kilómetros de costa se despacha el 80 por ciento de los granos y aceites de la Argentina hacia el exterior, operan 2.200 buques de ultramar al año, arriban 2 millones de camiones y más de 2 mil trenes.
El resultado habitual es el colapso de los accesos y avenidas de las localidades y un continuo deterioro de los pavimentos, congestiones de tránsito por la saturación de las playas de descarga y conflictos de diversa índole que surgen por la crispación de los nervios de muchos.
Entre las obras viales propuestas se incluye la transformación en autopista o autovía de la ruta A-012 en toda su extensión, desde la autopista Rosario-Buenos Aires hasta el acceso sur a San Lorenzo.
Luego la propuesta avanza hacia los accesos para llegar a las terminales portuarias que en la actualidad en la mayoría de los casos atraviesa las tramas urbanas. Uno de los accesos, llamado “Variante de Ricardone”, busca evitar que el tránsito pesado ingrese a esta comuna haciendo que desde la A-012 se derive, con un distribuidor de grandes dimensiones, hacia el sur por la RP25 conocido como “Camino de la Cremería”, y aprovechando caminos vecinales
ya existentes retornar a la A-012. La idea es que por allí circule en tránsito pesado hacia las plantas de Vicentín y Molinos.
También desde el cruce de la A-012 con la RP25 se proyecta utilizar un camino preexistente hacia el norte, empalmar la RP10, con puentes sobre las vías de ferrocarril y la autopista a Santa Fe, recorrer la margen sur del arroyo San Lorenzo y las calles Díaz Vélez, Mitre y Mosconi, para acceder a las plantas de ACA, Esso y Petrobrás.
Un tercer acceso iría por la RP25, la RP10, con un nuevo puente sobre el arroyo San Lorenzo, hasta la comuna de Aldao, con un by-pass hacia el oeste, e incluiría un puente sobre la RP18s, el ensanche del puente existente sobre la autopista, otro sobre la RN11, hasta alcanzar una rotonda en las calles Brigadier López y Thorne, en Timbúes. También se pavimentarían las calles Vucetich, Héroes de Malvinas, Brigadier López, Mansilla, Quebracho, Thorne y Antártida Argentina. Esto mejoraría la circulación hacia las instalaciones de Terminal 6, Cargill, TFA, Nidera, Toepfer y Bunge, en Puerto San Martín.
Más al norte, y para optimizar el tránsito hacia Renova, Dreyfus y Noble, en Timbúes, se propone un camino que parta de la RP 91 (llega de Totoras a Villa La Ribera) hacia el norte, cruce la autopista, las vías y la RN 11, y un nuevo puente sobre el Carcarañá. Se prevé la pavimentación de las calles Cacique Mangoré, Brigadier López, Siripo Rey, Eva Duarte y Maestra Leonilda.
Hacia el sur de Rosario, se propone la duplicación de la calzada de la RP 16 (prolongación de la A-012) desde la autopista a Buenos Aires hasta la RP 21 (ex 9), con puentes sobre las vías y el arroyo Frías. Para la zona de General Lagos-Arroyo Seco, se plantea una ruta desde la autopista hasta la RP 21. También se mencionaron dos obras conexas de conversión en avenida interurbana: la RP 21 desde la RP 16 hasta el acceso a Schell en Arroyo Seco; y también la RN 11 desde la calle Nicasio Oroño (San Lorenzo) hasta la reformulación de la RP 91, con nuevos puentes sobre el río Carcarañá y las vías.
Este conjunto de obras viales, sin incluir la ampliación de la A-012 involucraría un monto de 103 millones de dólares, según las estimaciones de técnicos de la Bolsa.
Ferroviarias. La iniciativa también plantea 13 obras ferroviarias, con un costo de 317 millones de dólares, y un impacto logístico mucho mayor ya que se busca duplicar el tamaño de las formaciones, y triplicar el de las playas de operaciones. En este grupo, las obras incluyen principalmente la duplicación de trazas y la ampliación de curvas.
El listado incluye: un acceso directo de trocha ancha a Puerto San Martín y un ramal a Timbúes, y una nueva playa en Aldao para la mercadería proveniente del norte del país. También habría desvíos hacia las terminales de Timbúes, se construiría una nueva playa entre Oliveros y La Ribera, y otra en Ricardone. Además, se plantea la finalización de una doble vía entre Rosario y San Lorenzo, cuya construcción se inició hace ocho años.
Hacia el sur, se plantean curvas y empalmes en Alvarez, Alvear y Piñero para abastecer el puerto de Rosario y las terminales al sur, evitando la circulación y maniobras en playas de Rosario. En esta ciudad, se plantean curvas y empalmes entre los ramales Córdoba y Casilda en la zona de Cabín 8, uno de los cuales, de acuerdo a los planos presentados, pasaría por arriba de la cancha de Tiro Federal. También se mencionó una playa en la zona de Villa Diego para la trocha angosta que entra a Rosario.