Washington.— El presidente Barack Obama y sus aliados demócratas quizá tengan que conformarse con una reforma del sistema de salud menos ambiciosa que el proyecto de ley gigantesco que diseñaron hace un año.
Washington.— El presidente Barack Obama y sus aliados demócratas quizá tengan que conformarse con una reforma del sistema de salud menos ambiciosa que el proyecto de ley gigantesco que diseñaron hace un año.
Repudiados por el electorado de Massachusetts, que les negó la mayoría absoluta en el Senado con el escaño número 60, la Casa Blanca y los líderes legislativos están considerando una versión más modesta que el proyecto de 2.000 páginas aprobado por ambas cámaras.
Según el Wall Street Journal, la inciativa podría ser reducida ahora a una ley que prohíba a las aseguradoras rechazar a clientes por enfermedades crónicas o hacer cobros demasiado elevados a los asegurados.
Además, el cambio de actitud obedece a la creencia de muchos legisladores demócratas de que ha llegado el momento, en un año electoral, de centrarse en la economía y la creación de empleo, que según los sondeos de opinión son los temas que más preocupan al electorado.
"No creo que tengamos que aguardar a reformar el seguro médico de una forma u otra antes de centrarnos en la creación de empleo", opinó el senador demócrata Robert Casey. "Tenemos que elaborar cuanto antes un proyecto de ley del empleo, y desde luego en las próximas semanas", aseguró.
Muchas resistencias. Según los funcionarios de la Casa Blanca, el gobierno prefiere que la Cámara de Representantes envíe a Obama el gigantesco proyecto de reforma sanitaria aprobado por el Senado el día de Nochebuena.
A esto podría seguir una legislación separada con los cambios solicitados por la Cámara de Representantes, dirigentes sindicales y otros grupos de presión, como modificar el impuesto creado por la Cámara alta a los seguros médicos más generosos, que son la norma entre los trabajadores agremiados.
La presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, y los líderes demócratas de ese órgano legislativo intentan persuadir a sus miembros para que acepten esa alternativa, aunque se han topado con la enconada resistencia del ala más izquierdista del partido y otros que consideran que el proyecto de ley del Senado no hace lo suficiente para abaratar la compra de un seguro médico.
Los demócratas no han adoptado una decisión final sobre sus alternativas, que incluye la posibilidad de dividir el colosal proyecto de ley en otros más modestos.
Por Matías Petisce