La ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo generó reacciones en distintos frentes y con diferentes formatos, entre ellos las objeciones de conciencia.
La ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo generó reacciones en distintos frentes y con diferentes formatos, entre ellos las objeciones de conciencia.
Para el abogado constitucionalista Domingo Rondina, hay cuestiones de peso que no hacen lugar a dichos pedidos. "La objeción de conciencia es un derecho que asiste a una persona para no ser parte directa en un acto que afecte a sus ideas o creencias", enunció. Y aclaró que dicha situación cambia radicalmente cuando se trata de invocarla desde un rol. "Los funcionarios simplemente tienen que autorizar en forma burocrática el matrimonio en el que no están involucrados, no son ellos los que se casan, por lo tanto la objeción no funciona", aseguró. Además, dijo que un funcionario público tiene que realizar las tareas que le encomienda su empleador y que, de acuerdo al derecho administrativo, por ser el Estado, se presumen legítimas.
Por Mila Kobryn