Una multitudinaria movilización —la más nutrida de los últimos años— recordó a las víctimas de la dictadura, y elevó su reclamo a la Justicia para que se aceleren los juicios a los represores acusados de crímenes de lesa humanidad.
Una multitudinaria movilización —la más nutrida de los últimos años— recordó a las víctimas de la dictadura, y elevó su reclamo a la Justicia para que se aceleren los juicios a los represores acusados de crímenes de lesa humanidad.
Al cumplirse ayer 33 años del golpe militar de 1976, más de 25 mil personas marcharon en Rosario desde la plaza San Martín hasta la plaza 25 de Mayo y el Monumento a la Bandera, en donde se realizaron dos actos paralelos.
Tras las imágenes de Rodolfo Walsh, Fidel Tonioli y Roberto Santucho, la marcha este año hizo un desvío de su tradicional recorrido por calle San Lorenzo para manifestar frente a los Tribunales Federales de Rosario, de Entre Ríos al 500, en donde se exigió a la Justicia el avance de las causas contra represores y la conformación de los tribunales orales. También plantearon la unificación de las causas a fin de que "los testigos no sufran la tortura psicológica de declarar tantas veces" dando cuenta de su calvario, y que las audiencias de los juicios "sean verdaderamente públicas y abiertas para la comunidad y la prensa".
Asimismo, se reclamó "el juicio político a la jueza federal Laura Cosidoy" y se repudiaron sus declaraciones en las cuales la magistrada había afirmado que "le tenía afecto" al dictador Leopoldo Fortunato Galtieri quien le "salvó la vida" y que hay "defensores de los derechos humanos que pusieron bombas durante el Proceso".
Convocada por Madres de la Plaza 25 de Mayo, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos e Hijos-Rosario —cuyos representantes leyeron el documento que definió el acto— las consignas fueron, entre otras, el "juicio y castigo con cárcel común a los genocidas, ya"; la "aparición con vida de Julio López"; "la restitución de la identidad a quienes fueron niños apropiados por la dictadura", y la solidaridad con los soldados ex combatientes de Malvinas quienes también "sufrieron crímenes de lesa humanidad".
Participaron de esta marcha numerosas organizaciones políticas, sindicales y sociales, como el Movimiento Evita, JP, PCR, MST, agrupaciones estudiantiles, CCC, Amsafé, Sitratel, PC, Libres del Sur, Barrios de Pie, CTA, ATE, entre una extensa lista. Además se sumaron dirigentes políticos como el jefe del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi; el ex intendente y actual diputado Héctor Cavallero, los concejales Arturo Gandolla y Fernando Rosúa, y los diputados provinciales Alicia Gutiérrez (SI) y Luis Rubeo (PJ), entre otros.
Por otra parte, en la plaza 25 de Mayo se realizó una concentración paralela de organizaciones como la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Polo Obrero, PTS, PO, agrupaciones barriales y gremiales. Diversos oradores plantearon allí que "no importa qué digan los gobiernos nacionales y provinciales: el 95 por ciento de los genocidas está libre, hay 400 jóvenes apropiados y Julio López sigue desaparecido". Coincidieron en reclamar "¡cárcel común y efectiva ya!" para los represores y la "libertad a los presos políticos". También enfatizaron que "la crisis la paguen los patrones, banqueros y terratenientes; basta de despidos, suspensiones y rebajas salariales".