La celebración por la aparición de la Virgen de San Nicolás que se desarrolló ayer fue, sin dudas, más multitudinaria que nunca y nadie duda que el fenómeno, al igual que la procesión desde Rosario del pasado 8 de este mes, tuvo que ver con el carisma y la convocatoria que inspira el Papa Francisco I.
Otro factor que atribuyen a la gran asistencia de fieles es que se cumplieron 30 años de la visión de la Santa Madre ante Gladys Mota, una vecina nicoleña que asegura que la Virgen se le apareció en reiteradas oportunidades, aunque la primera fue hace tres décadas, precisamente un 25 de septiembre, y de allí cada conmemoración anual.
Estiman que cerca de 200 mil fieles se congregaron ayer en el campito donde se erige el santuario construido en homenaje a la Santa Madre, y donde monseñor Héctor Cardelli, obispo de San Nicolás, ofició la misa central que dio por finalizados los festejos
Las actividades alusivas arrancaron anteayer, con misas, charlas sobre el acontecimiento mariano y una vigilia de oración, a partir de las 22. Mientras, llegaban al lugar distintas delegaciones peregrinas desde varios puntos del país y de la región. Desde el área de prensa del santuario destacaron que la más multitudinaria fue la procedente de Buenos Aires, mientras que también hubo procesiones desde Pergamino (a la que sumaron caminantes de Conesa), Rosario, La Emilia, Ramallo y Mendoza, que implementó un recorrido por postas (ver aparte).
"Todos los peregrinos estuvieron antes de la hora cero, cuando se hizo el saludo a la Virgen con fuegos artificiales y monseñor Cardelli celebró la primera misa de la jornada", comentó una encargada de la oficina de informes turísticos del santuario, ubicada en una cabaña contigua a uno de los ingresos al campito. Allí no sólo se brindaban datos y se entregaba folletería y mapas, sino que se colaboraba con la búsqueda de niños y mayores perdidos, algo frecuente a raíz de la extraordinaria cantidad de personas que estaban ayer por la tarde en el predio.
Luego de toda una madrugada de oración dentro y, pese al frío, fuera del santuario y de la que se estima participaron unos 70 mil fieles, se retomaron las charlas y cerca de las 15 se realizó la procesión por los alrededores del santuario con la imagen peregrina de la Virgen, que ingresó a su templo precedida por la del patrono San Nicolás de Bari. Mientras la imagen mariana pasaba por el altar y bajo vitrina donde está la representación entronizada, una mujer gritaba muy fuerte "¡gracias María!", entre vítores y aplausos que se hicieron masivos cuando salió de cara al campito.
Allí llovieron los pétalos, cánticos y muchos "¡viva María! en medio del agitar de banderas, carteles y pancartas donde se leía la procedencia de las delegaciones que viajaron exclusivamente para el acontecimiento desde todo el territorio nacional, e incluso desde países limítrofes.
Paz, salud, gratitud. Las intenciones de quienes acuden a la Virgen de San Nicolás hermanan, de alguna manera, a sus seguidores, que fundamentalmente piden por la salud propia y de allegados, por la paz mundial y agradecen lo concedido.
"Ella siempre está conmigo, me acompaña y me cumple con todo lo que le pido, por eso vengo a agradecerle, porque me salvó de una enfermedad muy grave y porque también intercedió por mi marido, que todo indicaba que iba a morir de cáncer y sin embargo se salvó”, contó emocionada Estela (57), quien viajó desde Neuquén para adorar a la Virgen.
“Es milagrosa y se puede comprobar con cualquiera de aquí que lo hablés. Y le pedí por mi hijo, que no estaba bien de salud y no conseguía trabajo, y todo se dio”, contó Amelia (48), de Berazategui.
De todas partes. Los fieles que llegaron desde todas las regiones del país mostraron su agradecimiento a través de ofrendas, que se fueron mencionando luego de la homilía de Cardelli, quien aseguró que “hoy San Nicolás es un lugar de luz y de paz, donde Ella nos espera. Esta es una historia de amor y de gracia”, dijo, y destacó el incremento de la convocatoria.
Otras ofrendas presentadas provinieron de creyentes de países limítrofes como la República Oriental del Uruguay, que llevó vino y un mantel bordado y Perú, que estuvo presente a través de una feligresa que entregó flores.
Sin duda la ofrenda que más emoción causó en los presentes y que incluso despertó aplausos generalizados, fue la de los familiares de las 21 víctimas fatales de la tragedia ocurrida en calle Salta y Oroño de Rosario, quienes se presentaron con una ofrenda floral, agradecieron a la Santa Madre por la fortaleza para afrontar esos momentos terribles de agosto último, y elevaron una súplica por los fallecidos.