Tras sufrir el ataque de una perra cuando caminaba por la cuadra de Pasco al 5900, María Azuzena Uriza, de 77 años, ingresó al Hospital Carrasco con una herida desgarrada en la pierna izquierda y falleció a las dos horas a raíz de un paro cardíaco. Su hijo hizo la denuncia del hecho en la comisaría 14ª y si bien el titular de la Fiscalía de Homicidios Culposos, Florentino Malaponte, aclaró que "es necesario esperar el resultado de la autopsia", los vecinos del barrio donde sucedió el episodio aseguraron no sólo que "el animal tenía dueño y estaba muerto de hambre", sino que además "no era la primera vez que atacaba a una persona".
El episodio se produjo en la intersección de Pasco y Solís, justo en el límite entre los barrios Azcuénaga y Belgrano. Por allí pasaba la mujer casi a diario, ya que según contaron los vecinos visitaba a una sobrina que vive sobre Solís. "Era una buena mujer, venía a jugar a las cartas, compraba algo de comer y se iba", contó una de las jóvenes del barrio.
Ataque. Como hacía casi a diario, María Azuzena fue a visitar a su familia sobre el mediodía del miércoles y cuando caminaba por la cuadra de Pasco al 5900 sufrió el ataque de la perra. Si bien en el barrio ayer nadie dijo haber visto el hecho, todos sabían de qué animal hablaban e incluso sobre el pavimento, junto a la zanja, estaban los rastros de sangre que dejó la agresión del animal.
La propia familia de la mujer la trasladó al Hospital Carrasco, donde ingresó con un ataque cardíaco y murió. "La señora llegó con un paro cardiorrespiratorio y una herida desgarrada en la pierna izquierda, y aunque se hicieron las maniobras de reanimación, no salió del paro y falleció", detalló la subdirectora del efector, Patricia Marczuk.
Si bien al hospital llegó con un torniquete en la pierna, la médica indicó que "no se sabe cuánta sangre perdió antes", e indicó que "será el Instituto Médico Legal el que determine cuáles fueron las causas que provocaeron el deceso de la mujer".
Sobre las causas que provocaron el paro cardíaco, Marczuk indicó que "como único antecedente, la paciente sufría de hipertensión arterial, lo que podría haber incidido".
Denuncia. Fue el hijo de la mujer el que se acercó a la comisaría 14ª para denunciar el hecho, donde recalcó a la policía que el animal no era la primera vez que atacaba a alguien.
En ese punto, el fiscal Malaponte destacó que "ya se solicitó al Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa) y a la Guardia Urbana Municipal (GUM) que busquen al animal", y al igual que los médicos del Carrasco, indicó que "para determinar las causas de la muerte hay que esperar los resultados de la autopsia".
Además, el fiscal advirtió que si bien está la denuncia del hijo de la víctima, "son pocos los datos concretos que hay, no se presentaron testigos que identificaran al animal ni hayan visto el hecho".
Por eso, solicitó "colaboración de los vecinos" y detalló que quienes puedan aportar datos, ya sea del animal o del hecho en sí mismo, deben presentarse en la comisaría 14ª, o en la sede de la Fiscalía de Homicidios Culposos, que funciona en Montevideo 1968.
Antecedentes. En el barrio los vecinos aseguraron que se trata de una perra de "mediano tamaño, que tiene dueño y que no es la primera vez que ataca a alguien". Al menos así lo remarcó Felicidad Fernández, que vive en la esquina de Solís y Pasco, y sufrió en carne propia las embestidas del animal.
"Atacó a mi hermano y a mi sobrino, que hasta tuvo que medicarse. Además, tiró al piso a una mujer embarazada y hace pocos días también tiró a un hombre que venía andando en bicicleta a primera hora de la mañana", relató la mujer y señaló que el dueño es "un hombre joven".
Otra joven afirmó que el animal "estaba muerto de hambre y por eso agredía a todo el que pasaba".
Todos indicaron una casa de mitad de cuadra, en Pasco al 5900, como la vivienda del dueño de la perra, justo enfrente de donde ayer aún se veían las marcas del ataque a María Azuzena.
Sin embargo, a pocas horas del hecho, tanto el hombre como el animal habían desaparecido del barrio.