Antes de que Joan Baez o Bob Dylan se convirtieran en grandes estrellas, unos pocos cantantes en Nueva York intentaban abrirse camino con una música ajena al circuito comercial de fines de los años 50: el folk. Los hermanos Coen se sumergen en ese incipiente mundo con “Inside Llewyn Davis”, la película protagonizada por Justin Timberlake, Oscar Isaac y Carey Mulligan, que ayer se presentó en el Festival de Cannes.
La historia de Llewyn Davis, se inspira libremente en la del cantante Dave Van Ronk (1936-2002), que vivió en Nueva York justo antes de que surgiera el boom del folk en los primeros años de la década de los 60, en unos momentos en los que nadie creía que el barrio neoyorquino Village se iba a convertir en la capital de ese género musical.
Una de las personas que inicialmente ayuda a Davis es el personaje de Carey Mulligan, con el que mantiene una relación tormentosa a la que se impondrá la música.
“Siempre nos encantó la música y estábamos interesados en mostrar los inicios de una época en la que más tarde surgió Bob Dylan”, dijo Joel Coen justo antes de comenzar la rueda de prensa. “Era una época en la que nadie ganaba dinero y tal vez por eso era más pura”, apostilló su hermano Ethan. Esos músicos “no estaban interesados en sacar el gran disco, lo que realmente importaba era la fidelidad a la música”, agregó.
El actor de origen guatemalteco Oscar Isaac (“Agora”), que se llevó un sonoro aplauso en el encuentro con la prensa, se mete en la piel de Llewyn Davis, uno de esos cantantes que profesaban devoción religiosa por el folk y buscada de forma ultraortodoxa un estilo y sonidos auténticos.
“Yo no soy de esa época”, explicó el actor, quien dijo que se dejó guiar por el contexto para construir su personaje. “A través de su música emerge su verdadera alma”, señaló.
Isaac, que canta él mismo en el filme, es un cantautor que vive donde puede, duerme en los sofás de conocidos y depende de la generosidad de sus amigos con el único afán de que su música sea apreciada como él la entiende.
Mulligan, que impresionó con su versión de “New York, New York” en “Shame”, también canta en esta ocasión, a pesar de que según confesó hoy “siempre se pone nerviosa cuando tiene que cantar en público”. “Les dije que podía cantar para que me dieran el papel”, agregó bromeando la actriz, que ya protagonizó la velada inaugural del certamen con “El gran Gatsby”.
Su pareja en pantalla es Justin Timberlake, un músico ambicioso que no dudó en hacer determinadas concesiones comerciales. Como la rueda de prensa se desenvolvió en un ambiente de continuas risas, Timberlake, al ser preguntado si era más vanidoso o más listo que su personaje en la película, el cantante respondió: “Me encanta parecer ridículo a diario, no fue muy duro para mí”.
Precisamente el cantante trabajó también en la música “Inside Llewyn Davis”, junto con el marido en la vida de real de Carey Mulligan, Marcus Mumford, de Mumford & Sons.
Timberlake, con millones de discos vendidos, comentó que ha conocido a personas muy talentosas que no han llegado a triunfar y apuntó que él estuvo en el lugar adecuado con la gente adecuada. Los que han tenido éxito a la larga, son los que han persistido “en la idea original que les llevó a hacer una película o una canción”, sin dejarse influenciar por lo que se convierte en un obstáculo en el proceso creativo.
Además de Isaac, Mulligan y Timberlake, aparece en apenas un par de escenas Garrett Hedlund (“On the Road”) en el papel de un conductor mudo, quien está junto a un extravagante heroinómano: el inconfundible John Goodman, ya casi indispensable en las películas de los Coen.
“Inside Llewyn Davis” resulta entretenida, sabe recrear la atmósfera de aquellos años y fue bien recibida, pero queda por ver si pasará a la posteridad por ser una de las obras maestras de los Coen, que ya recogieron una Palma de Oro en 1991 con “Barton Fink” y ganaron en el certamen como mejores directores en varias ocasiones.
Argentina. El cine argentino tendrá hoy su primera presentación en el Festival de Cannes, en la sección La Semana de la Crítica, con el filme tucumano “Los dueños”, ópera prima de los teatristas y ahora cineastas Agustín Toscano y Ezequiel Radusky.
La película, protagonizada por Rosario Bléfari, cuenta la historia de Sergio, Rubén y Alicia, los jardineros de una propiedad rural en la provincia de Tucumán, que usan como propias las instalaciones cuando sus patrones no están, e imitan su estilo de vida, duermen en sus camas, y comen productos que jamás podrán comprar.
Pero ocurre que Pía y su hermana Lourdes llegan un fin de semana junto a sus maridos y los empleados regresan a sus tareas habituales, pero ya nada será igual para unos y otros, porque todo es ganado por la hipocresía.