Construfé fue imaginado como uno de los complejos de viviendas más grandes de la ciudad para la clase media. Cuatro torres de 20 pisos cada una y unas 404 departamentos de dos y tres ambientes, cocheras y locales comerciales, era el proyecto que estaría enclavado en una zona exclusiva de la ciudad.
Comenzó a construirse a mediados de los 80 y quedó trunco en el 89, cuando la inflación viró en hiper al final del gobierno del ex presidente Raúl Alfonsín. La provincia era gobernada por José María Vernet y muchos pensaron erróneamente que como el Banco Provincial de Santa Fe aparecía vinculado a operaciones de venta y financiación inmobiliaria, era garante del proyecto. La empresa encargada de Construfé quebró y quienes habían comprado su departamento o parte de él (unos 140 rosarinos) nunca recuperaron su inversión. El conflicto terminó en la Justicia.
Durante dos décadas el proyecto quedó literalmente muerto. Con una torre que tuvo que demolerse, una levantada y hasta con aberturas colocadas y una más apenas construida hasta el tercer piso, se convirtió en el segundo monumento al pozo (el primero estuvo 40 años abandonado en San Luis y Moreno donde hoy se levanta el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias, Cemar).
En diciembre de 2004, cuando el metro cuadrado en barrio Martin cotizaba los 500 dólares, el complejo fue rematado. Hubo ocho inversores interesados. La transacción se realizó por 4.505.000 pesos, 25 minutos después de empezada la subasta y la puja por la compra la ganó Girardi, quien se destacó por subir las ofertas en 5 mil pesos a cada momento. “Póngale cinco”, decía por aquél entonces Girardi. “La ciudad merece otra cosa en ese lugar y la empresa que represento la va a hacer”, había dicho. Y cuando se le preguntó qué haría, contestó: “Por ahora se va a terminar lo que hay y después se verá. Haremos algo cuando se pueda”.
Siete años después el anuncio se plasmó en dos flamantes torres.
Yerbatera. Como algo genético del barrio, frente a la manzana del ex Construfé luce también vacío desde hace años el que fue predio de la Yerbatera Martin. El terreno de 6 mil metros cuadrados, limitado por avenida de la Libertad, Colón, Mendoza y Ayacucho, está muy cotizado. En 1998 el empresario Alfredo Coto había anunciado la construcción de un súper y torres allí pero hasta hoy nada pasó “y no hay novedades”, señalaron ayer desde Obras Particulares del municipio. “Hubo varios intentos de hacer algo, pero con la crisis del campo en 2008 todo se detuvo. Supuestamente este terreno y el proyecto estarían disponibles para la venta”, indicó una fuente de la dependencia municipal. Pero la transacción no parece nada fácil si se tiene en cuenta que el combo de predio y proyecto estaría valuado arriba de los 30 millones de dólares.
En el municipio ya se aprobaron los planos para dos torres de departamentos proyectadas por el estudio de Mario Roberto Alvarez, un profesional reconocido como uno de los más influyentes de la escuela arquitectónica del Movimiento Moderno. Entre sus obras están el teatro San Martín y la Torre Le Parc de Buenos Aires, y el edificio Aqualina en Rosario.
Un proyecto que sigue "durmiendo"
Después de que la Justicia condenó al supermercado Carrefour a pagar 17.300 pesos a un hombre a quien le robaron su auto en un estacionamiento del comercio, el concejal Jorge Boasso dijo que su proyecto destinado a indemnizar a clientes por estas situaciones sigue “durmiendo”.
El edil recordó su iniciativa fue presentada en 2010 y sostuvo que permanece en la Comisión de Gobierno. Se trata de la “obligación de los supermercados de contar, al momento de su habilitación, con un seguro total contra robo, incendio y cualquier daño que pudiese atentar contra la seguridad e integridad en los vehículos que se estacionan en sus playas”, dijo el edil también precandidato a intendente.
La condena del juzgado Civil y Comercial Nº 10 a cargo de Eduardo Oroño favoreció a L.F.O., quien en 26 de junio de 2008 estacionó en el parking del local de 27 de Febrero y Necochea su Renault 18 (dominio TMC 775). El hombre había ingresado al Carrefour y, al salir y percatarse de que el vehículo no se encontraba donde lo había dejado, realizó la denuncia en la
comisaría 4ª.
Tras varios reclamos administrativos en el súper, acudió a la Justicia provincial que finalmente falló a su favor.
Boasso recordó que existe la ordenanza Nº 179.827 que establece que para habilitar hipermercados, supermercados, cines, centros comerciales y comercios que dispongan de cocheras debe ser obligatorio contar con un seguro total contra robo, incendio y otros daños. Además, dispone que se exhiban en lugares visibles los carteles indicadores del seguro
correspondiente.