Amarga despedida del Festival de Venecia, donde no convencieron ni el olvidable trabajo de Brian de Palma, "Passion", ni la última película presentada a concurso: la italiana "Un giorno speciale", de Francesca Comencini.
Amarga despedida del Festival de Venecia, donde no convencieron ni el olvidable trabajo de Brian de Palma, "Passion", ni la última película presentada a concurso: la italiana "Un giorno speciale", de Francesca Comencini.
El director estadounidense, el mismo que hizo la potente "Scarface" o la inolvidable "Los intocables" y que en su última visita a Venecia hace cinco años se llevó el premio al mejor director por "Redacted", sorprendió negativamente con el remake de la película francesa "Crime d'Amour" (de Alain Corneau), que ha sido abucheado y quedará como una de las propuestas menos sugestivas de la 69 edición del certamen italiano, que esta noche revelerá sus premiados.
Aunque venía anunciado como "thriller erótico", al estillo de "Dressed To Kill" o "Bajos instintos", la película casi parecía una parodia del género. Ni Rachel McAdams, una manipuldora ejecutiva, ni Naomi Rapace, una diligente y aplicada empleada de una agencia de publicidad, transmiten química en pantalla ni consiguen seducir a la platea.
La sueca Rapace ("Prometheus"), que vino a defender la cinta junto con De Palma, aseguró que le gustó su personaje porque era totalmente diferente todo lo que había hecho. De Palma señaló que ha lleva años intentando rodar y aceptó embarcarse en esta coproducción franco-alemana porque creyó que podría hacerlo mejor que el original, no desvelando hasta el último minuto quién es el asesino.
Tampoco interesó el nuevo trabajo de Francesca Comencini, "Un giorno speciale", la tercera italiana a concurso, que hizo bajar considerablemente el nivel de la representación nacional con una historia de una joven de la periferia Roma que pasa un día junto al chófer de un político, del que espera que le ayude a encontrar un trabajo.