Una histórica mutual de la colectividad italiana con oficinas en barrio Martin fue asaltada la tarde de ayer por cuatro individuos armados que, según trascendió, se habrían llevado una suma cercana a los 50 mil pesos, aunque oficialmente los empleados anoche estaban realizando el arqueo de caja para determinar la cifra exacta que se llevaron los maleantes. La modalidad del robo fue similar a la que realizaron dos hombres armados el martes pasado, a las 13, en la Mutual de Acíndar ubicada en Urquiza al 1500. En esa oportunidad el botín alcanzó también una cifra que rondó los 50 mil pesos.
En el caso de ayer el escenario del atraco fue la tradicional Mutual Unione e Benevolenza y la forma del robo fue más que clásica. El ingreso a la institución está en 3 de Febrero 268 y la pesada puerta cuenta con portero eléctrico. Alrededor de las 14 llegaron cuatro hombres jóvenes y armados a bordo de un auto y tras anunciarse por el portero entraron directamente al hall principal sin saber que cada uno de sus movimientos estaban siendo registrados por las cámaras de vigilancia del lugar.
Una vez adentro de la institución, los maleantes se movieron "con mucha calma y precisión", aseguró una fuente que estuvo en el lugar. Sin embargo, para acceder al botín mostraron sus armas y rompieron a patadas una puerta de vidrio que comunica la recepción con las cajas.
Trabajo dividido. Dos ladrones avanzaron sobre las cajas mientras otros dos se movían por las oficinas que desembocan en el ingreso a la mutual, que en ese sitio tiene en exhibición heladeras, bicicletas y electrodomésticos. "Sabían cómo moverse. Se taparon la cara con gorritas o miraban para abajo para que las cámaras dispersas en ese espacio, unas seis o siete, no los registraran. Una vez que pasaron la línea de caja y sacaron el dinero se fueron. Es más, otra caja que tenía dinero y se encontraba próxima a la robada no fue abierta", sostuvo una fuente autorizada.
Los empleados de la mutual entraron en estado de pánico durante el atraco y dos de ellos sufrieron consecuencias inmediatas: un hombre tuvo una baja en su presión arterial y una de las oficinistas se golpeó la cabeza. Aunque no está claro si fue al agacharse detrás de un escritorio por orden de los malhechores o por recibir un golpe en la cabeza por resistirse a una indicación.
Los ladrones estuvieron poco tiempo en la mutual y salieron por el mismo lugar por el cual ingresaron sin llamar la atención de los varios comerciantes de la zona de 3 de Febrero y Ayacucho. "No vi ni escuché nada, sólo los móviles de la policía después de las dos de la tarde", dijo una empleada de la panadería que se encuentra frente a la histórica institución.
Los delincuentes no maniataron a nadie y la huida, perfectamente planificada, no dio tiempo a los empleados ni a llamar a la policía para evitar su fuga ni a ver en que vehículo se deslazaban. La denuncia quedó radicada en la comisaría 1ª, desde donde ayer se realizaron operativos para dar con los delincuentes, y la fiscalía de Flagrancia en turno.
laprida 5900
Asaltan a empresario en su casa de zona sur
Un empresario y su familia sufrieron un robo en su casa de zona sur a las 10.30 de ayer, cuando al menos cuatro hombres armados entraron y les robaron dinero en efectivo, celulares, tres relojes de alta gama, algunas alhajas y un revólver Magnum 357 marca Taurus.
Eusebio D. tiene 63 años y es titular de una fábrica de hielo. Ayer llegó a su vivienda de Laprida al 5900 a media mañana y al abrir la puerta encontró a su esposa, María Josefina, desesperada. Ella le contó que 30 minutos antes habían ingresado por la misma puerta cuatro hombres que la habían reducido a ella y al hijo de la pareja, Federico, a quienes encerraron en un baño.
Según contó María a su marido, los hombres revolvieron toda la casa y si bien no los golpearon ni los trataron mal, en un primer momento les gritaron pidiéndoles dinero. Eusebio dijo a LaCapital: "Mi mujer no sabe cómo entraron, pero sí que lo hicieron por la puerta principal, que es posible que no estuviera con llave". A la hora de describir a los delincuentes, la familia dijo que uno de ellos era un hombre de unos 50 años y los otros tres jóvenes. Todos se movieron con tranquilidad y a cara descubierta.
Al empresario, que vive hace muchos años en el mismo barrio y justamente al lado de su fábrica, le llamó la atención el horario del robo y que sus vecinos le comentaran que en la zona se vieron dos autos desconocidos por todos: un Volkswagen Fox color gris y un Ford Focus blanco. Y si bien no hubo testigos que observaran la huida de los ladrones, las víctimas creen que esos autos eran los que esperaban a los malvivientes a metros de la casa donde se cometió el robo.