Una mujer quedó internada en terapia intensiva con politraumatismos después de que su auto fuera arrollado y arrastrado a lo largo de más de cien metros por un tren del Nuevo Central Argentino (NCA) en un paso a nivel sin barreras del distrito noroeste. El grave accidente ocurrió poco antes de las 7.30 de ayer en la colectora de avenida de Circunvalación y Junín, cuando Luciana Bustos venía circulando a bordo de un Chevrolet Meriva de color gris, chapa patente CUM 946, sin advertir que se acercaba una formación ferroviaria del NCA en dirección hacia el este.
Según datos de la seccional 17ª, en cuya jurisdicción se registró la colisión, cuando el personal policial llegó al lugar se encontró con que el automóvil había sido arrastrado por el convoy con su conductora adentro a lo largo de más de cien metros, por lo que fue necesario convocar a los Bomberos Zapadores para poder retirar a la mujer.
Todo indica que la víctima del accidente —una agente policial que se dirigía a su trabajo— no escuchó el silbato del tren y cruzó las vías sin mirar.
"El tren ya venía tocando bocina desde antes del puente y la mina se cruzó. Fue horrible porque el auto chocó al tren y terminó siendo arrastrado. Era impresionante cómo iba juntando las piedras. Menos mal que no volcó, porque si no hubiese sido mucho peor", contó un testigo del accidente.
Mucha sangre. El vecino también contó que el Meriva fue arrastrado unos 150 metros. "Cuando la mujer pudo salir, vimos que tenía mucha sangre en la cabeza y en la cara, pero podía hablar", dijo, para agregar que quien la asistió primeramente fue el propio maquinista.
"Cuando pudo parar el tren, a unos 150 metros, el maquinista bajó y corrió a ayudarla", sostuvo.
De todos modos, los Bomberos debieron trabajar para liberar a la conductora del auto, que quedó muy dañado, y una vez afuera una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Síes) trasladó a la herida al sanatorio Laprida.
En terapia. El titular del Síes, Federico Cornier, contó a LaCapital que efectivamente la mujer —que protagonizó un "accidente in itínere"— sufrió "politraumatismos varios", por lo que fue trasladada al sanatorio Laprida, donde quedó internada en la unidad de terapia intensiva.
Al cierre de esta edición, el director médico de ese centro de salud, Raúl Piñeski, informó que Bustos permanecía "en observación" en terapia debido a que había padecido un "traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento". La joven también sufrió varias fracturas de costilla.
Si su evolución continuaba favorable, el médico confió en que hoy podría pasar a una sala común.
Distracción. Absorta por la espectacularidad que tuvo el accidente ferroviario, otra mujer —curiosamente, también al mando de un Meriva, pero en ese caso de color negro— se distrajo y protagonizó otra colisión.
El impacto se produjo contra una columna de alumbrado, lo que no le provocó heridas, pero sí estragos a su auto.