Un taxista fue premiado por devolver 15 mil dólares olvidados en el vehículo

“Ojalá todos aprendan a ayudar”. Bajo ese título, el 10 de noviembre de 1997, cuando La Capital tenía formato sábana y la sección La Ciudad se llamaba Información General, se publicó una nota a Jorge Piñuelo. La noticia resaltaba su honestidad. Piñuelo ya trabajaba como taxista, estaba separado, tenía a sus seis hijos y le había devuelto 15 mil dólares a una mujer que los había dejado en un bolso arriba de su vehículo.

“La señora tenía una prótesis en su pierna derecha. Iba con muchos bolsos, viajaba a Catamarca. Cuando vi el bolso, no dudé. Se lo llevé a la terminal de ómnibus”, contó en ese momento.

   Por su gesto fue galardonado por el Instituto Argentino de la Excelencia (Iade). Pero no fue sólo ese hecho el que resaltó la nota. Piñuelo relató cómo se dedicaba a organizar partidos de vóley en el barrio Qom (toba) de Travesía y cómo, viviendo en Tucumán, llevaba a chicos discapacitados y en sillas de ruedas al cine.

   No obstante, no todos los párrafos pintaban un perfil de solidaridad en la nota de hace 17 años. Piñuelo también contó que durante la dictadura militar cayó preso por denunciar a un teniente coronel que se quedaba con las partidas de copa de leche destinada a un grupo de chicos de un comedor tucumano. Por eso lo encarcelaron y golpearon al punto de perder todos sus los dientes.

Hoy esa durísima historia es para él parte del recuerdo. No la olvida, pero prefiere pensar en su nueva vida y en los viajes que aún tiene por delante.