Dos policías de la localidad entrerriana de Diamante fueron asesinados de dos balazos cada uno
por un hombre al que intentaron identificar cuando caminaba con un bolso, a sólo dos cuadras de la
Jefatura departamental de esa ciudad. Por el doble crimen fue detenido poco después un rosarino de
32 años que había sido arrestado un día antes por el arrebato de una mochila a una joven. El suceso
generó una movilización de vecinos ayer a la tarde en la plaza céntrica de la ciudad con distintas
consignas vinculadas a cuestiones de seguridad.
Las víctimas fueron el cabo Elio Alejandro Muñoz, de 25 años, y el cabo
1º Marcelo Omar Zárate, de 43, ambos del Comando Radioeléctrico y oriundos de Diamante, una
localidad de 15 mil habitantes ubicada a 130 kilómetros de Rosario y a 50 kilómetros de Paraná.
De acuerdo con información oficial, a las 3.10 de la madrugada de ayer
los dos policías patrullaban en un móvil como lo hacían en forma conjunta desde hace siete años e
intentaron identificar a una persona que caminaba por Eva Perón al 300, en la zona céntrica de
Diamante y a una cuadra de la plaza principal. En tanto, el sujeto caminaba en sentido contrario al
móvil y llevaba un bolso.
En esas circunstancias, el cabo Zárate bajó del auto, al parecer sin
portar el arma reglamentaria, y se acercó al hombre mientras su colega modulaba por radio para
contactarse con la central. En escasos segundos, sin mediar palabra, el sospechoso extrajo una
pistola calibre 9 milímetros y le disparó dos balazos al cabo. Inmediatamente, el atacante miró a
Muñoz y cuando el policía se disponía a bajar del móvil le efectuó otros dos tiros.
Los disparos se oyeron desde la Jefatura y varias personas advirtieron
que el agresor arrojaba el bolso junto al cordón de la vereda y huía corriendo. Los efectivos que
se acercaron al lugar y constataron el ataque sufrido por sus compañeros encontraron dentro del
bolso medio kilo de marihuana, una tarjeta de crédito, varias balas 9 milímetros y un par de
anteojos.
De acuerdo con las fuentes, uno de los proyectiles impactó en el cuello
de Zárate, quien murió en el acto tendido en el asfalto, mientras que a Muñoz un tiro le impactó en
las costillas y falleció a poco de llegar al hospital San José.
El arresto. Unos veinte minutos más tarde, la policía detuvo en una casa del
humilde barrio Los Melos al único sospechoso por el doble crimen. Se trata de un hombre de 32 años
y domiciliado en Rosario que estaba de paso por Diamante, donde visitaba a unos familiares. Fuentes
de la investigación lo identificaron como Pablo R., quien el sábado había sido apresado y acusado
de arrebatarle la mochila a una chica, junto a un cómplice, cerca de un colegio local.
La víctima del arrebato lo reconoció como quien acompañaba al sujeto que
le había robado sus pertenencias cuando esperaba un colectivo con destino a Paraná. El rosarino
quedó imputado en una causa por robo pero recuperó la libertad horas más tarde por decisión del
juez de Instrucción Jorge Barbagelata Xavier, quien entendió que se trata de un delito con una pena
menor.
Pero tras el doble crimen volvió a prisión por orden del mismo juez y
del fiscal Gilberto Robledo, quienes acudieron al lugar de los hechos. Una fuente de la
investigación indicó que existen algunos elementos que lo vinculan con el doble ataque. Por
ejemplo, el relato de dos personas que pasaron en un Ford Falcon por el lugar donde fueron
asesinados los policías y describieron a un sospechoso cuyos rasgos coinciden con los del acusado.
Los investigadores aguardaban la copia de la grabación de la cámara de
seguridad de una farmacia situada frente a la escena del crimen y los resultados del dermotest que
se practicaría al sospechoso.
“Es un día muy triste para nosotros, tengo mucho dolor y una
sensación de impotencia. Un sentimiento muy difícil de describir”, dijo el jefe de la policía
de Entre Ríos, comisario general Héctor Massuh, quien acudió a la localidad conmocionada por el
suceso.
Protesta. Alrededor de las 18, un nutrido grupo de vecinos se concentró en plaza
principal de Diamante. Entre los manifestantes se encontraban numerosos familiares de policías que
plantearon distintos reclamos y algunos vecinos cuestionaron al magistrado interviniente por haber
dispuesto la excarcelación de quien finalmente resultó detenido por el ataque.
El caso generó conmoción en la fuerza. Desde la Jefatura local
describieron a Zárate como un policía siempre predispuesto a afrontar las tareas que le asignaban.
En tanto, familiares del cabo asesinado dijeron al diario Uno de Entre Ríos que el uniformado había
tenido problemas con sus superiores tras protagonizar procedimientos contra el narcotráfico. Los
restos de los efectivos serán inhumados hoy a las 16, en el Panteón Policial del cementerio de
Diamante.