Un recinto sin mayorías que obliga a tejer múltiples alianzas

A partir del 10 de diciembre el Concejo tomará una nueva fisonomía donde se distingue una primera minoría conformada por el interbloque del Frente Progresista Cívico y Social, un populoso bloque del PRO integrado por seis concejales, la unión de kirchneristas y el PPS, los radicales de Boasso, y dos solitarios: Osvaldo Miatello y el veterinario Carlos Cossia.

Eso sí, las lealtades electorales son tan laxas que habrá que ver cómo se comporta cada interbloque. Basta un ejemplo: en el PRO uno de sus ediles es Diego Giuliano, quien hasta ahora es un opositor que ficha para el peronismo federal, pero a partir de diciembre deberá definir si se allana a lo que dicte el PRO, que muchas veces ha acompañado al socialismo.

El núcleo opositor más duro estará conformado por la unión del Frente para la Victoria y el PPS de Héctor Cavallero. Junto a este sector seguramente votará el grupo radical que responde al eterno concejal Jorge Boasso.

Lo de Cossia es una incógnita. Quien encabezaba el mismo sector político pero en la lista de diputados, José Bonacci, no dio muchas pistas de dónde está parado el sector. "Hay cosas que están bien y otras que están mal", decía en su slogan. Ergo, habrá que esperar para ver si Cossia apoya o no al oficialismo en el Concejo.

En la puja también se anota Osvaldo Miatello, uno más de la gran diáspora peronista que tiene su bloque y que suele pendular entre la oposición y el oficialismo.

En este fragmentado Concejo serán vitales las alianzas que teja el oficialismo. No son pocos los que apuestan a trabajar varios proyectos con el apoyo del PRO. No es menor que haya sido ese sector político el que evitó que el reciente dictamen de la comisión investigadora de las concesiones municipales no haya sido tan adverso para el PS. Es más, de no haber sido por la postura de Rodrigo López Molina, las mociones que pedían que todas las concesiones pasaran por el Concejo hubiesen sido mayoría.

Miguel Cappiello tiene una difícil tarea por delante: convertirse en la principal espada de la intendenta en el Concejo. Hoy, ese cargo lo ostenta una radical, Daniela León, a pesar de que el presidente del bloque es el socialista Manuel Sciutto.La apuesta está en tejer alianzas, algo que le hace muy bien a la democracia porque obliga al diálogo permanente y sepulta la soberbia que da el tener mayoría propia.