Fue un shock electrizante. Un tremendo envión cargado de goles y emociones. Una inyección visceral de locura para seguir trepado a lo más alto de la tabla de posiciones. Eso representó para Newell's el 4 a 3 sobre Racing en el Coloso. Más allá del partido que tenía encausado y desperdició, y que tuvo que buscar hasta la expiración misma del duelo, la victoria fue un hito oportuno, un auténtico estimulante, un resultado necesario para ver la última recta del torneo Final con la cabeza bien en alto, con la confianza en aumento y una evidente mueca de satisfacción.
Fue un partido que tuvo todos los condimentos. Tantos espectaculares, expulsados, héroes ocasionales, incertidumbre en el marcador y una definición no soportable para cardíacos. Esta vez Newell's exhibió capacidad para hacer goles y esa efectividad fue la que le permitió marcar las principales diferencias en el inicio del cotejo. Después, algunas desatenciones atrás y una noche mágica de Vietto pusieron en aprietos las ambiciones leprosas.
Por encima de la agitada historia de este partido, el equipo del Tata fue a buscar el triunfo, nunca claudicó y se quedó gritando por las nubes del Parque cuando Scocco habilitó con clase a la Fiera, quien se acomodó de derecha e inventó un triunfo cinematográfico que se consumó con esa acción corajuda y liberadora.
En el primer tiempo, Newell's empezó a forjar el triunfo desde su eficacia. Es que el trámite asomaba parejo, intenso, pero no aparecían ideas que le dieran algo de vuelo. Con Cruzado y Maxi Rodríguez con baja incidencia, y Bernardi participando desde más atrás, al local le costaba fabricar su cuota habitual de fútbol. Pero esta vez estuvo más iluminado cerca del área rival y se apoyó en eso para establecer la ventaja.
A los 7', Casco abrió la cuenta después de un tiro libre que la Fiera abrió hacia atrás. A los 32' Tonso apiló adversarios en velocidad, Ortiz lo tocó en el área y Pitana no dudó en sancionar penal. Así, Scocco remató fuerte, a la derecha de Saja y elevó el tanteador.
Newell's crecía desde su decisión en los metros finales. Y a los 39', el árbitro echó a Villar por una falta violenta a Casco. Parecía que el trámite se acomodaba a gusto y placer del dueño de casa. Pero la Lepra no aprovechó ese escenario y antes del descanso permitió el descuento de Vietto, tras un grosero error de Heinze.
En el complemento Racing, con uno menos, golpeó de arranque. Vietto encontró un hueco en el área a los 46' y estableció la sorpresiva igualdad. Newell's reaccionó rápido y Pablo Pérez clavó el tercero de cabeza, a los 48', tras un centro de Casco. Pero fue el mismo lateral el que volvió a complicar el cotejo con su expulsión, a los 49', por una infracción a Pillud que le valió la segunda amarilla.
Encima, a los 61', Vietto le volvió a ganar al fondo leproso y convirtió el curioso empate para la visita en un duelo de locos. De todas maneras, Newell's nunca bajó los brazos y siempre pensó en la victoria. Tuvo varias chances a través de Scocco, Tonso, Orzán y Vergini, que estrelló una pelota en el caño izquierdo. Parecía que la suerte estaba echada, pero en tiempo adicional Scocco percibió la entrada de Maxi y con una definición europea estampó el cuarto leproso y desató un eufórico carnaval en el Coloso.
Así, este Newell's puntero sigue acumulando puntos, razones y sueños, con sangre en puro estado de ebullición.