"Listo, por hoy se acabaron los quiosquitos". La frase socarrona de uno de los vecinos de Superí al 1900 sirvió para enmarcar lo que se vivió ayer tras los nueve allanamientos que efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizaron en los barrios La Esperanza y La Cerámica. El saldo de los operativos fueron 11 personas detenidas, entre ellas una mujer apuntada como vendedora de drogas en La Cerámica y un suboficial de policía que presta servicios en la comisaría 12ª. Todos fueron acusados de acopiar, fraccionar y comercializar estupefacientes. En el caso del policía el delito que le imputan puede estar agravado por su condición de funcionario público. También se incautaron siete armas, entre ellas una granada desarmada, aproximadamente un kilo de cocaína fraccionada para la venta, 25 celulares y cinco autos.
La detención del suboficial de la seccional 12ª derivó en órdenes de allanamiento firmadas por el juez federal Marcelo Bailaque que se concretaron en la sede del Comando Radioeléctrico rosarino, en la Jefatura de la Unidad Regional II y en la comisaría ubicada en Pedro Lino Funes al 200 bis. Las fuentes indicaron que "la policía rosarina colaboró con el procedimiento" y que de la central del Comando se llevaron fotocopias de varias fojas del libro de guardia mientras que en la seccional de barrio Ludueña se incautaron documentos y efectos personales del efectivo apresado.
Normita. "Les tocó perder, pero ojo que ahí adentro hay mucha plata", balbuceó una vecina, abrazada a una columna de alumbrado público en la esquina de Los Cocos y Palestina. La mujer miraba desde allí como a unos pocos metros efectivos de la PSA realizaban dos de los allanamientos. El blanco apuntado fue una mujer de unos 60 años conocida como Normita, que reside en una coqueta vivienda de Valle Hermoso al 1800. De acuerdo a lo confiado por las fuentes, a partir de una denuncia anónima depositada el año pasado en el Buzón de la Vida de los Tribunales Federales en Rosario, la fiscal Liliana Bettiolo y el juez Marcelo Bailaque comenzaron la pesquisa, que le fue encomendada a la PSA. La hipótesis de trabajo era una vendedora media de estupefacientes y su red de distribución. Algunos vecinos se animaron a aventurar ayer que Normita, también conocida como La Tía, tiene en la zona de La Cerámica y El Churrasco, la zona más empobrecida de barrio La Esperanza, unos 20 quioscos o bocas de expendio.
Al amanecer de ayer, unos 90 efectivos de la PSA con el apoyo de Grupo Especial de Asalto Táctico (GEAT) se posicionaron sobre nueve domicilios de los mencionados barrios. Cinco de esos operativos se desarrollaron en la manzana delimitada por Los Cocos, Ongamira, Palestina y Valle Hermoso ante una tribuna por decenas de vecinos, curiosos e interesados.
Sobre Valle Hermoso al 1800, a mitad de cuadra, está la casa de Normita, a quien se llevaron detenida junto a su concubino. A la misma altura pero por Palestina, los blancos fueron una rotisería llamada "La Tía" y una vivienda ubicada justo enfrente. "Se necesitan parrillero, cocinera y cadete con experiencia" se solicitaba desde una cartulina pegada al ingreso de la casa de comidas. El cartel estaba firmado por "La Tía", quien para algunos vecinos es una marca registrada en el último año y medio. "Todos sabemos quien es «La Tía»", explicó un hombre del barrio que recordó que dónde hoy está la rotisería antes había una pequeña tienda.
De "La Tía", en el barrio se dice que es una mujer que hace diez años pagó una condena por infracción a la ley de estupefacientes en la cárcel de Ezeiza y que comparte con La Tata la distribución y la comercialización de drogas al oeste del bulevar Rondeau. De la rotisería los PSA se llevaron una Honda CB 250 "que usa Bebo, uno de los hijos de esta mujer, un muchacho que hace dos años mató a un joven estudiante en un choque de autos en Matheu y Zelaya", comentó un vecino (ver aparte). Y fue por más: "Por ahí agarraba esa moto y salía a los tiros como un loco".
Si bien los pesquisas de la PSA no precisaron las identidades de los detenidos, pudo conocerse que además de Normita fueron presos tres de sus hijos, un cuñado y un yerno. Los vecinos indicaron que Bebo fue uno de los apresados ayer. Otro hijo de Normita, apodado Bebe, también tiene antecedentes por infracción a la ley de estupefacientes. Al respecto, voceros de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones de la policía santafesina recordaron que en abril de 2010 ellos detuvieron a una hija de Normita en un allanamiento realizado en Cosquín y República de Irak, en el corazón de La Cerámica.
Los voceros aeroportuarios consultados dieron datos gruesos sobre el procedimiento: "En la mayoría de los lugares allanados se encontraron bochitas de cocaína lista para la venta y algo de marihuana. Había semillas y unas 100 plantas de marihuana. En total habrá un kilo de cocaína fraccionada y también se encontraron sustancias para cortar la droga. También se incautaron cinco pistolas (9 milímetros, 635 y 22), un revólver calibre 38 y una granada de las que utiliza el Ejército Argentino, sin su detonador", explicó la fuente. Otro quiosco fue allanado en Irigoyen al 1800.
Policía preso. Mientras Normita y sus allegados eran detenidos en La Cerámica, a unas diez cuadras de allí la PSA allanaba dos casas ubicadas en Superí al 1900. Allí "había lo que en la jerga se conoce como un búnker, donde los narcos encerraban de forma inhumana a pibes para que vendieran la droga. La verdad deberían verlo, ni en Buenos Aires se ve esa forma de encerrar a alguien para que venda droga", contó un vocero. Ahí fueron detenidos dos muchachos de 18 años: uno es un soldadito y el otro un despachante, dijeron. Uno llevaba la camiseta de Rosario Central y el otro la de Newell's Old Boys.
Los pesquisas dijeron que en ese búnker se vendía cocaína a 30 pesos la bochita de poco más de un gramo y bochitas de 5 gramos de marihuana a 10 pesos.
A unos 50 metros de ese quiosco, sobre calle Avalos, fue allanada la casa del suboficial M.B., quien presta servicios en la comisaría 12ª y tiene menos de tres años en la fuerza. Allí se hallaron varias bochitas de cocaína. La detención del uniformado tuvo como derivación la orden judicial de allanar la propia seccional, la central del Comando Radioeléctrico y la Jefatura rosarina.
Al respecto, un allegado a la pesquisa recordó que "la supuesta connivencia de uniformados con narcos y la afectación de móviles oficiales para realizar delivery de drogas son moneda corriente entre las denuncias realizadas en los medios por los vecinos de los barrios en los que proliferan los quioscos de venta de estupefacientes". Hoy por la mañana, los ocho detenidos deberán explicarle al juez Bailaque su verdad.
Accidente fatal
El sábado 5 de septiembre de 2009 Argentina perdió con Brasil en el Gigante de Arroyito. David Bracamonti, un estudiante de ingeniería de 27 años, hizo lo posible para entrar a la cancha, pero no consiguió entradas. Entonces se reunió con su familia en la casa de su abuelo, en Alberdi y Vélez Sársfield. Tras el partido David, su papá, sus dos hermanos y su sobrino de 6 años, emprendieron el regreso a su casa en un Renault 9. En Zelaya y Matheu fueron embestidos por un Fiat Uno rojo con tanta violencia que el coche de los Bracamonti volcó y David murió en el lugar. El conductor del Fiat era, según se indicó ayer, un chico de 17 años apodado Bebo, uno de los hijos de Normita.