"No conozco a Rocío. No sé por qué estuve ocho meses detenido, ni por qué se sospechó de mí", declaró ayer Marcelo Nicolás Suárez en el juicio que se le sigue a Rocío Ayelén Quiroz, imputada de haber asesinado a dos chicas a la salida de la disco Mogambo en agosto de 2011. El testimonio tiene relevancia porque el joven fue acusado en el inicio de la investigación de manejar la moto desde la que le dispararon los balazos mortales a las víctimas. Suárez fue procesado entonces por un juez de Instrucción, pero la Cámara Penal revocó la medida ante la ausencia de evidencias concretas.
El hecho que le atribuyen a Rocío ocurrió a las 5.40 del 27 de agosto de 2011 cuando Eliana Judith Zalazar, de 19 años, y Carolina Jessica Soledad Aranda, de 20, salieron del boliche Mogambo, en Avellaneda y Rueda, tras pasar una noche a pura cumbia. Caminaron hasta un carribar de 27 de Febrero al 4100, a sólo 200 metros del boliche, y compraron dos panchos. Tras sentarse a comer una moto tipo enduro se detuvo frente a ellas. Manejaba un muchacho y lo acompañaba una joven que, sin bajar del rodado, empuñó una pistola calibre 9 milímetros y les disparó. Ambas murieron en el acto. Dos semanas después, Rocío Ayelén Quiroz fue detenida.
Nuevos testigos. En la séptima jornada del juicio oral y público por el doble homicidio declaró un familiar de la chica acusada, dos peritos balísticos y nuevos testigos del hecho. Lo hicieron ante el tribunal integrado por Edgardo Fertitta, Ismael Manfrín y Julio César García, quienes mañana escucharán los alegatos de las partes.
Erica Q., la tía de Rocío, dijo que aquella madrugada se levantó para esperar a su sobrina porque ella tenía que ir a trabajar a una panadería. "Después que llegó en un auto, ella se quedó en casa cuidando a los chicos y yo me fui", declaró la mujer.
—¿Por qué se acuerda de lo que pasó el 27 de agosto del 2011?, le preguntó el fiscal Carlos Covani ante la sospecha de una declaración preparada.
—Para mí fue un día normal. Pero me quedó marcado porque fueron a mi casa (la policía detuvo en su vivienda a Rocío) y en ese momento me enteré de lo que había pasado, respondió Erica.
Luego declaró el comisario Gustavo Colombo, quien era jefe de Criminalística y respondió preguntas de la defensora oficial Graciela San Miguel. "¿En cuántos segundos se pueden disparar cinco disparos desde una posición quieta?", quiso saber la funcionaria. "Un tirador experto podría hacerlo en tres o cuatro segundos", contestó Colombo.
Después, la letrada lo interrogó acerca de si una persona diestra puede disparar sentada en una moto en movimiento a un blanco ubicado a la izquierda. "Presumo que debe ser más difícil tirar con la mano inhábil para dar en el blanco, pero se puede hacer con una o dos manos", respondió Colombo. Aparentemente, según San Miguel, Rocío es diestra.
La misma pregunta le formuló la defensora de Rocío al ingeniero mecánico Ricardo Brachetta, instructor de tiro de la policía. "Es más complicado tirar con la mano inhábil. Tendría que ser un buen tirador para no fallar. Si fuera diestro lo ideal sería tirar con las dos manos", respondió.
Viejas rivalidades. Luego fue el turno de Emanuel P., un joven que el 27 de agosto de 2011 acudió a la disco Mogambo con un hermano y un amigo. "Salimos del boliche. Nos fuimos caminando por Avellaneda y 27 de Febrero. En ese momento escuchamos tiros y nos tiramos al piso. Vimos una moto en la que iban un hombre y una mujer que se iba rápido. Salió de un pasillo de la villa Banana y siguió por 27 de Febrero. Nosotros fuimos a ayudar a las chicas, pero una estaba muerta y la otra murió enseguida", explicó el muchacho.
Al final el presidente del tribunal leyó la declaración hecha por Mónica A., la remisera que aquella noche llevó a Rocío a la casa de su tía. "A las 4.30 (del 27 de agosto de 2011) la llevé hasta Blas Parera y Machaín" (el domicilio del familiar de la chica acusada), explicó la mujer en el juzgado de Instrucción Nº11, a cargo entonces de Hernán Postma.