Un hombre hospitalizado con quemaduras graves y cuatro familias en la calle, fue el saldo del incendio desatado ayer a media mañana en Santa Fe y Lavalle. Las llamas se iniciaron a media mañana, cuando la mayoría de los ocupantes de las precarias viviendas levantadas en el lote dormían.
"Salimos con lo puesto y sólo pudimos mirar cómo todas nuestras cosas se quemaban", se lamentaba Ana Lucía Ferrero, mientras sus familiares intentaban limpiar de objetos chamuscados lo que horas atrás había sido la casa de la mujer.
Ana permanecía en una silla, todavía con la cara y las manos tiznadas, ambos hombros y parte de la espalda quemados y llenos de ampollas.
Ella y su pareja, Juan Ramón Ortigosa, habían cargado con las peores consecuencias del siniestro desatado minutos antes de las diez, en el terreno tapiado con carteles publicitarios, lindero a las cocheras de los edificios de Santa Fe y Lavalle, en pleno barrio Echesortu.
La mujer alcanzó a abandonar su casa "apenas con lo puesto" y fue asistida en el lugar por los médicos del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias.
Al hombre tuvieron que ayudarlo a salir los efectivos de bomberos y fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde permanece internado en la unidad del quemado.
Desde la guardia del hospital municipal explicaron que el paciente "ingresó con quemaduras de importancia en el 20 por ciento del cuerpo. Las llamas le habían afectado el rostro, el torso y el miembro superior izquierdo".
Pero lo que más preocupaba a los médicos, entrada la tarde, era si el fuego había dañado también el aparato respiratorio del hombre de 50 años.
La pareja ocupaba una de las viviendas más cercanas al lugar donde se iniciaron las llamas. "Salimos como pudimos. Afortunadamente yo ya había sacado la traba de la puerta, sino no la podíamos contar", decía la mujer.
Dos versiones. Leónidas Sánchez vivía en otra de las casas convertidas ayer en cenizas. Estaba durmiendo cuando lo despertó el calor de las llamas.
"Salí y vi el fuego, pero por el viento ya era imposible de apagar, lo avivaba más", comentaba angustiado. Las viviendas de un hombre mayor y una mujer con su hija de 14 años, también quedaron completamente quemadas. Lo mismo que la gran cantidad de chatarra acumulada en el lugar.
Según la versión de Sánchez, el incendio se habría iniciado porque alguien había arrojado algún elemento encendido por sobre el tapial que cubre el terreno.
El informe preliminar de los bomberos que acudieron a apagar el incendio hablaba, en cambio, de la utilización de un calentador en el interior de alguna de las viviendas afectadas.
Autoevacuados. Dos unidades de bomberos Zapadores y otra de Voluntarios trabajaron durante dos horas para apagar el fuego.
Las llamas y la intensa humareda hicieron que muchos de los vecinos de las torres de departamentos linderas decidieran autoevacuarse. Según estimaban, una densa humareda alcanzó hasta 12 metros de altura.
El incidente causó daños también en tres automóviles que permanecían en el estacionamiento de los edificios.
Por la tarde, allegados a las familias afectadas intentaban ordenar lo poco que el fuego no había consumido y acercar algunos baldes de agua a sectores que permanecían calientes. "No nos quedó nada ni los documentos", se lamentaban.
Para ayudar
Desde ropa hasta colchones, el incendio consumió absolutamente todo en las cuatro viviendas de Santa Fe y Lavalle. Quienes quieran acercar alguna ayuda pueden llamar al 155-943087