Ovación / En Rafaela.- Gabriel Heinze es uno de los caudillos de Newell's. Su voz, pesa. Y su figura, influye. Después de la trascendental victoria en Rafaela, el Gringo no anduvo con rodeos y explicó sus sensaciones a flor de piel. En plena efervescencia. "Yo las cosas que siento las digo. Si bien todavía falta matemáticamente, ya me siento campeón", señaló con sinceridad el experimentado zaguero leproso, tras el pitazo final de Patricio Loustau.
"No sé por qué, pero ya me siento campeón. Estoy seguro de que va a llegar, me siento de esta manera por el esfuerzo de todos estos chicos que vienen peleando hace un año y medio", agregó el defensor ante las cámaras de televisión.
"A lo mejor después me tilden de agrandado, pero no me interesa en absoluto. Las cosas que siento las digo, y yo me siento campeón. Tarde o temprano, sé que voy a levantar el título", enfatizó el Gringo sin cuidar las palabras.
También Heinze, que no jugará en la última fecha por haber llegado a la quinta amarilla, se refirió a su futuro inmediato. "Puede ser que haya sido mi último partido. Hay sentimientos muy grandes, pero quiero disfrutar este momento y si es el último, qué mejor que irme regalándole un título a este club", resaltó. Luego la victoria de Lanús sobre River hace que Newell's pueda consagrarse el miércoles y seguro ese día estará ante Talleres por la Copa Argentina.
El Tata Martino reconoció que "dimos un paso muy grande" para conseguir el título. "Haber ganado de visitante y haberlo hecho de una manera tan contundente nos da tranquilidad. Volvimos a jugar bien y eso seguramente nos acerca mas al objetivo", resaltó el entrenador leproso.
Martino volvió a decir lo que todo el mundo sabe, pero muchos hinchas esperan que se revierta, que es su partida de Newell's tras la Copa Libertadores. Pero prefirió referirse al presente: "Esto continúa. Ahora lo más importante es poder alcanzar este torneo, que está muy cerca, pero que todavía no está y seguir compitiendo en la Copa Argentina y la Copa Libertadores", dijo con mesura pero con una gran dosis de optimismo.
El Tata no se cansó tampoco de ponderar a sus jugadores. "Tienen una gran valentía para jugar de la manera que juegan y eso tiene un gran mérito, porque no es fácil jugar en el fútbol argentino de la manera en que juegan ellos".
Otro de los que habló fue Gustavo Dezotti, mano derecha de Martino e inseparable compañero. "Uno en lo primero que piensa es en la familia. En los que me acompañaron todo el tiempo. En los que arrancaron con nosotros, como Bernardi, Mateo, el Patón, más los que llegaron. Me siento parte del vestuario de jugadores y estoy feliz", dijo emocionado el Galgo a la salida del vestuario rafaelino.
Un vestuario que palpitó el título inminente
Si bien en la cancha los festejos fueron moderados, en el vestuario visitante dominó la euforia después de la inapelable victoria rojinegra. Hubo puertas cerradas, clima festivo y cánticos encendidos durante más de una hora. El único que salió a brindar sus impresiones en forma temprana fue el Tata Martino. El resto se quedó todo lo que pudo en el estadio de Rafaela para festejar a los gritos y revoleando camisetas una actuación que valió más que tres puntos.
Los que tuvieron que ir al control antidoping fueron el Patón Guzmán y Tonso. Ese fue otro elemento que extendió la celebración con tinte leproso en el vestuario. Recién después de las 19.20, la delegación rojinegra salió del camarín rumbo al micro y los principales referentes brindaron su visión. Algunos se animaron a hablar de título, otros fueron un poco más cautos. A todos les hubiera gustado jugar a la par de River-Lanús pero ya entonces sabían que habían asestado un gran golpe, sobre todo a las ilusiones millonarias.
Pautasso tuvo una grata visita en su ciudad
El ayudante de campo rojinegro Jorge Remigio Pautasso se estrechó en un interminable abrazo con su papá (justo en el Día del Padre) en la zona de vestuario y después de que la Lepra consumara la victoria por goleada en el Monumental de la Crema. El ex defensor, campeón en el parque Independencia, en las temporadas 87/88 y 90/91, jugador y mano derecha del Tata en su función de ayudante de campo, es oriundo de Rafaela y, además, tiene el orgullo de que una filial rojinegra lleve su nombre. En su ciudad, por supuesto.