Un gran elector que renovó las credenciales

Hermes Binner revalidó títulos y es desde hoy precandidato presidencial. Miguel Del Sel realizó otra muy buena elección y se consolida como principal opositor para el recambio en la Casa Gris. Jorge Obeid retuvo el voto duro del kirchnerismo santafesino, pero el PJ volvió a quedar tercero, muy lejos de convertirse en alternativa.

   Las elecciones de ayer en la provincia de Santa Fe resultaron casi un calco de lo sucedido en las primarias, producto de la ausencia de internas competitivas que impidieron modificar la grilla de los postulantes a la hora de la selección del voto.

   Los resultados dejan otra lectura pulimentada: los santafesinos privilegiaron a la hora de ingresar al cuarto oscuro la oposición al gobierno nacional por sobre la estrategia de provincialización que llevaron adelante los dos candidatos peronistas: Obeid y Raúl Carignano.

   La performance de Binner (superlativa en Rosario y muy pareja en el resto de los departamentos) también significa un espaldarazo para la administración provincial de Antonio Bonfatti, quien llegó a esta instancia en medio de los ecos y las investigaciones por el ataque a balazos contra su domicilio y de la creciente escalada de violencia por episodios vinculados al narcotráfico.

   Con su victoria, el ex gobernador ratificó también su liderazgo puertas adentro del Frente, lo que le permitirá al socialismo imponer el candidato a gobernador en esa estructura —a menos que el radicalismo plantee una candidatura propia— y a Binner ponerle nombre y apellido.

   El Frente Progresista ha logrado consolidar su hegemonía en todos los departamentos de la provincia salvo 9 de Julio, en el que se impuso Del Sel. El dato no es menor, porque refleja el crecimiento de socialistas y radicales en territorios del norte, que hasta el 2009 tributaban al PJ.

   Pese a que los encuestadores se obstinan en mencionar a Del Sel como “la sorpresa” en los diarios del lunes, la performance del referente macrista lejos está de ser una novedad. El ex Midachi logra canalizar una vertiente crítica hacia el gobierno provincial y la Casa Rosada, cuestión que convierte en territorio fértil su buena llegada a los arrabales santafesinos.

   A Obeid le tocó la tarea de defender los trapos del gobierno nacional en un momento y en una provincia refractaria a esos aires. Pudo conservar el porcentaje del núcleo duro kirchnerista pero no logró convertir en competitiva a la lista del PJ. La crisis del peronismo santafesino podría agudizarse si otras vertientes nacionales (por caso Sergio Massa) se proponen sacar tajada de esa debacle, aunque fue pobrísima la performance de Carignano, quien hizo campaña voceando el aval del intendente de Tigre. Tampoco funcionó en Santa Fe el respaldo que Reutemann le dio a Massa a la hora de mover algún voto hacia Carignano.

   El primer borrador de la historia electoral que se acabó de escribió ayer deja otra lectura interesante: el socialismo se restrega las manos y gana cada vez más cómodo con el escenario de los tres tercios que parece haber llegado para quedarse en la provincia de Santa Fe.