“El tránsito en Rosario se está tornando inviable. Hay que tomar ya varias medidas, algunas antipáticas; como cerrar urgente el microcentro para los autos particulares para evitar que la situación sea incontrolable”. El crudo diagnóstico de la movilidad en la ciudad fue trazado por Osvaldo Aymo, médico especialista en seguridad vial.
El profesional fue más crítico aún respecto a los indicadores de accidentes, que según el municipio bajaron en los últimos años. “No les creo nada, lo mismo digo de la Nación. Son unos crápulas”, disparó.
Para Aymo, la clave pasa por “desalentar el uso de autos particulares ofreciendo un transporte público eficiente, rápido, ágil y cómodo para que no colapse la circulación, no sólo en el centro sino en gran parte de la ciudad”.
Aymo advirtió que la disuasión para no utilizar el vehículo propio “no puede hacerse, como intentó hacer (Mauricio) Macri, aumentando significativamente el peaje para entrar a Capital Federal, o como se hace en Rosario subiendo el estacionamiento medido. Eso es de terror”.
El especialista en seguridad vial contó que cuando estuvo viviendo en Suecia “nadie me tuvo que insistir para que no usara mi auto particular. Me subí un día al colectivo público y era una maravilla. No valía la pena sacar el auto personal. Eso es lo que hay que ofrecer en Rosario para que la gente se suba al transporte público”.
Inviable. Respecto a la situación de la movilidad en la ciudad, Aymo planteó un escenario muy crítico: “El tránsito en Rosario se está tornando inviable. El parque vehicular ha crecido muy fuerte en los últimos años, pero la infraestructura vial es la misma que hace décadas. Eso lleva a situaciones de conflictos cotidianos muy fuertes”, apuntó.
“Esto se asocia —continuó— a la falta de planificación urbana para el mediano plazo. La mayoría de las grandes ciudades del país ha crecido en los últimos años de manera muy desigual sin que se garanticen servicios básicos y no colapsen los que se prestan”.
En ese marco, Aymo planteó la necesidad de aplicar en Rosario “de inmediato, medidas que ataquen de fondo el caos de tránsito y no sólo a través de parches. Una de ellas, ineludible, es volver a cerrar el centro para que no entren más los autos particulares”.
Aymo cuestionó a los comerciantes del área central, “que piensan que sus clientes van a ir a comprarles una camisa en auto llegando hasta la puerta del local, bajando la ventanilla y después siguiendo viaje. Eso no pasa en ninguna ciudad grande del mundo”.
Por las mayorías. El referente en seguridad vial admitió que la restricción “será resistida por algunos sectores, pero el Ejecutivo y los concejales deben planificar la ciudad pensando en las mayorías y en el bien común. Gobernar es también adoptar resoluciones antipáticas para evitar males mayores”, indicó.
Aymo invitó a los rosarinos a recordar “cómo era el microcentro en la década del 80. Si bien la ciudad no tenía el parque automotor que hay en la actualidad, aquellos semáforos que indicaban zona calma garantizaban una circulación muy fluida del transporte público. Hay que volver a ese esquema”, planteó.
El ejemplo de Bogotá. Consultado sobre un modelo a imitar dentro de América latina, citó a la ciudad de Bogotá (Colombia). “Allí están haciendo un sistema en altura, donde sobre la superficie se prioriza al peatón y la congestión vehicular se redujo considerablemente. No todos los esquemas son aplicables para Rosario, pero podría analizarse”, apuntó.
Aymo alertó sobre el impacto que genera el alza del parque automotor en “la contaminación ambiental y sonora de la ciudad, e incluso en los accidentes viales”.
Cuando se le mencionó que, según el municipio, bajaron los accidentes pese al aumento del parque vehicular, fue tajante: “No les creo nada, como tampoco creo las estadísticas que difundió el ministro (del Interior y Transporte, Florencio) Randazzo, que dijo que hay una baja considerable cuando en realidad subieron los siniestros un 20 por ciento en el último año, según otros registros”.
Así las cosas, el especialista dejó en el aire un planteo que suele cosechar críticas: cerrar el centro a los autos particulares.
Bajaron el 13 por ciento los accidentes sin lesionados
A pesar del aumento en el patentamiento de vehículos, la tasa de accidentes sin lesionados cayó un 13 por ciento entre 2013 y 2014. Los datos fueron presentados hace dos semanas por el Ejecutivo en el Congreso de Transporte. El secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, destacó: “Hay tres ejes troncales de la gestión que explican esta situación: el control, la prevención y la planificación”.
Al respecto, mencionó que en lo que va de 2014 ya fueron remitidos al corralón más de 22 mil vehículos.
“Se detectaron distintas anomalías en los conductores y se profundizaron los controles de alcoholemia, documentación y estacionamiento”, puntualizó Seghezzo.
El funcionario ubicó a la prevención “como otra tarea fundamental. “En lo que va del año llevamos más de mil autos remitidos al corralón por alcoholemia y 7 mil infractores pasaron por los cursos obligatorios de concientización”, destacó.
Por su parte, la subsecretaria de Movilidad y Seguridad Vial, Mónica Alvarado, remarcó que se han implementado “varias acciones que de a poco van cambiando la mentalidad de la gente. Las campañas de concientización del uso del espacio público, de utilización del casco y el cinturón de seguridad, permiten una mayor conciencia de lo que significa la convivencia en el tránsito”, remarcó.
Según Alvarado, “el programa de movilidad que está llevando a cabo el municipio está dando grandes resultados. La fluidez obtenida en zonas en las cuales hasta no hace mucho tiempo era imposible transitar, ha permitido disminuir la cantidad de choques leves”, destacó.
En tal sentido, dio un dato clave: “Un tránsito más dinámico reduce la cantidad de accidentes y le permite a todos los rosarinos moverse con mayor comodidad”.