Un entretiempo con problemas

La tremenda expectativa que generó el partido podía terminar en cualquier cosa, aunque el empate previo de Instituto apaciguó un poco los ánimos. De todas formas no hubo mayores inconvenientes con las hinchas, ni grande disturbios para lamentar. Lo peor de la jornada fue un cruce de proyectiles que hubo entre los plateístas en el entretiempo. Fue difícil determinar quién arrojó la primera piedra, lo cierto es que ese sector, donde se alojaron los 200 hinchas millonarios que, se dijo, hicieron uso de los protocolos, fue un descontrol.

Estos inconvenientes tuvieron su final cuando la policía decidió retirar a todos los plateístas de River de ese sector. Hasta que eso no ocurrió los jugadores esperaron en el campo porque el árbitro Germán Delfino no reanudaba el juego.

"La única solución fue sacar a toda esa gente del estadio. Es más, esos hinchas rompieron todo el palco donde estaban sus propios dirigentes. El operativo fue un éxito", le dijo a Ovación Hernán Brest, subjefe de la Unidad Regional II.

Antes y después de eso no hubo mayores inconvenientes. Brest sí habló de la detención de "nueve personas de River por falsificación de entradas" y de "doce colectivos que fueron enviados nuevamente a Buenos Aires porque los hinchas no tenían la entrada".

Con otra visión, el vicepresidente de River, Diego Turnes, tildó de "vergonzoso" el operativo, denunciando que pudo haber pasado algo peor con los hinchas de su equipo.