Un diezmado Central va a La Bombonera por una inyección anímica

Central va a La Bombonera para conseguir una bomba anímica que le permita reaccionar y levantar cabeza en el Apertura. Esta tarde, a las 15.10, el equipo de Gustavo Alfaro visita a Boca por el undécimo acto del torneo Apertura (dirige Gabriel Favale) con la necesidad de encontrar un anzuelo que lo saque del fondo de la tabla y que lo separe de sus dudas. Sin el Kily (acumulación de amarillas) ni Ezequiel (lesionado), los canallas deberán dar una muestra de carácter sin sus González en un reducto habitualmente hostil para la suerte guerrera.

  Los kilates del rival de turno representan otro obstáculo más en este camino de refundación futbolística que está tratando de fomentar Alfaro. Boca (con la duda sobre la inclusión de Riquelme) llega entonado por la victoria de la semana pasada en el superclásico y rotuló este choque como una de las últimas oportunidades para retomar la carrera por el título local. Los xeneizes quieren recuperar protagonismo en el escenario doméstico y achicar algunos pasos de distancia con San Lorenzo. Saben que los buenos resultados reencauzan destinos y entierran cuestionamientos y turbulencias de vestuario.

  Para su segundo compromiso al frente de Central, Alfaro practicó cirugía mayor. La pobre producción ante Gimnasia La Plata obligó a un severo replanteo y el técnico barajó y dio de nuevo. Para esta tarde decretó el regreso de Jorge Broun en el arco (cumplió su fecha de suspensión), rearmó la defensa con Bogino como lateral derecho y Danelón como marcador de punta izquierdo, metió al Turco Zarif y Gervasio Núñez por las bandas del mediocampo y ubicó al Chino Vizcarra como socio de ataque para Emilio Zelaya. Incluso había avisado que no iba a tener en cuenta al Equi de arranque, antes de la lesión. Muchos cambios (5) y pocas seguridades.

  En la previa, la visita pondrá en escena un planteo muy similar al que utilizó Vitamina contra Racing en Avellaneda y que terminó en un cachetazo humillante que desembocó en la salida del anterior entrenador. Ahora, el cambio más significativo es a través del discurso de Alfaro, pero los nombres siguen siendo muy similares. Es difícil saber si el conductor auriazul reafirma su búsqueda de signos de reacción en sus huestes o si está exponiendo que no existen demasiadas alternativas en la austera góndola que conforma el plantel canalla.

  Así llega Central. Diezmado, golpeado, confundido. Necesita una señal de fe y esperanza en un contexto muy complicado. Va de punto contra todo. El clásico está a la vuelta de la esquina y necesita que su paso por La Bombonera al menos no profundice sus heridas. Será una exigente prueba de temple que puede servir para empezar a torcerle el brazo a la adversidad.