La violencia entre bandas en Tablada volvió a aflorar ayer en una audiencia judicial por el ataque a un chico de 15 años que fue baleado en una pierna el sábado y está internado muy grave en el Hospital Clemente Alvarez. El adolescente, conocido como Maikol, se había escapado de Tribunales a fines de enero cuando fue a entregarse por un hecho acompañado por su madre y allí se enteró de que iban a alojarlo en el Irar, donde temía que lo mataran. Por el ataque que sufrió el fin de semana, un vecino suyo fue imputado de tentativa de homicidio y estará 60 días con prisión preventiva.
El último informe médico que fue leído ayer en la audiencia por el fiscal Ademar Bianchini consigna que el chico fue operado y le extrajeron la bala, aunque la herida comprometió la arteria femoral y su estado es muy delicado. Los médicos esperarán su evolución para evaluar si es necesario amputarle la pierna.
Por el disparo fue imputado Ricardo F., un ayudante de cocina de 20 años que dijo ser inocente. También fue apresado un menor de 16 años a quien, según una fuente judicial, le incautaron un arma de fuego.
Cruces. El chico herido se llama M. C. y le dicen Maikol. El 29 de enero a las 10.30 llegó a Tribunales con su madre, a quien le dicen "Pipi", y se presentó ante la jueza de Menores Gabriela Sansó. Estaba mencionado por el crimen de Jorge Maximiliano "Chancho" Pérez, un hombre de 36 años baleado en la cabeza el 3 de diciembre en Centeno al 200.
Mientras el chico aguardaba en un pasillo la jueza ordenó a una sumariante que lo interrogara. En ese momento se evaluaba su traslado al Irar. Al parecer M. se enteró y se fue por la entrada de calle Balcarce porque su vida correría riesgo al encontrarse con menores con quienes al parecer tenía problemas.
Lo que aceleró su fugaz presentación judicial fue otro hecho violento en el barrio. En esos días había sido acusado de balear a Ramón "Moneda" Núñez. Este resultó herido y a su vez fue indagado por amenazar con un arma a Pipi. La madre de Núñez dijo entonces que un mes antes ella había sido testigo del crimen de Pérez y que para amedrentarla balearon a su hijo.
El crimen de Pérez acarreó más violencia. Dos días después el padrastro de Maikol y pareja de Pipi, Jonathan Ferreyra, de 24 años, fue acribillado de diez tiros. Por esa muerte fue detenido Martín Eugenio B., un amigo del "Chancho" Pérez que declaró que estaba amenazado por Maikol y por un tal Brian.
La saga continuó. El 23 de enero recibió once balazos Cristian Machuca, de 19 años, mientras iba en moto con Pipi a la comisaría a llevarle ropa a Maikol, entonces demorado por un robo. Algunos vecinos dijeron que a Machuca lo confundieron con el hijo de Pipi.
Más tiros. A poco más de un mes de huir de Tribunales Maikol fue herido el sábado cerca de las 4 en Ameghino y Ayacucho. Dos jóvenes, al parecer del barrio, se acercaron y dispararon varias veces. Un balazo le dio a Maikol en el muslo izquierdo. Fue derivado al Heca, donde al cierre de esta edición seguía internado. En el lugar se levantaron tres vainas calibre 9 milímetros.
Horas más tarde detuvieron a un chico de 16 años y a Ricardo F. en su casa de Colón y Garibaldi, donde el Comando fue por un incidente entre vecinos. Al parecer, allegados a Maikol habían ido a buscarlo con intenciones de incendiar su vivienda.
F. fue trasladado a la seccional 11ª y ayer fue sometido a una audiencia imputativa ante el juez Hernán Postma en la que volvió a aflorar esta trama de amenazas, venganzas y denuncias cruzadas. El acusado es un ayudante de cocina que trabajaba desde la noche del viernes con su padre en una rotisería del macrocentro. Aseguró —según dijo a este diario su abogada Susana Zulkarneinuff— que familiares de Maikol lo acusaron falsamente para forzarlo a levantar una denuncia previa por amenazas.
El joven aceptó declarar y respondió preguntas del fiscal. Dijo que la noche anterior al ataque llegó de trabajar cerca de la 1 y fue a visitar a un amigo en cuya casa estuvo hasta las 5. A esa hora, declaró, su amigo y la madre lo acompañaron hasta su domicilio. A las 10 de la mañana llegó un grupo de personas que comenzaron a agredirlo. En medio del incidente la policía se lo llevó, casi sin ropa, para ponerlo a salvo. Al llegar a la comisaría se detectó que una testigo de los disparos a Maikol lo había sindicado con nombre y apellido como uno de los atacantes y quedó preso.
Según su abogada, Ricardo había denunciado tiempo atrás a un vecino —Franco G., ahora detenido— como quien lo baleó en una pierna cuando iba a trabajar. Aseguró que presionaron a su cliente para que retirara esa denuncia e incluso prendieron fuego a su casa para amedrentarlo. Según ese planteo, sus oponentes son allegados a Maikol y ahora lo apuntaron por este hecho para intimidarlo. La defensora ofreció testigos para respaldar el relato de su cliente.
Tras el debate entre las partes, la audiencia terminó con F. imputado de tentativa de homicidio agravada por uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de guerra. Además se le impuso prisión preventiva por 60 días. Entonces, y según la evolución de Maikol, podrán discutirse otras opciones como salidas laborales o arresto domiciliario.