Gustavo Alcorcel, delegado de la Unión Ferroviaria (UF) y uno de los acusados por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, aseguró que él y sus compañeros no fueron “a matar” al lugar del hecho sino “a pelear” para evitar que los manifestantes cortaran las vías del ferrocarril Roca, a la altura de Avellaneda.
“No fuimos a matar a Mariano, nunca tuvimos intención de eso”, dijo en llanto el delegado del gremio, quien pidió a los jueces del Tribunal Oral Criminal Número 21 “justicia para los dos lados”.
No obstante, sí reconoció que iban a “pelear” y por ello es que bajaron de las vías y corrieron unos metros a los manifestantes, momento en el que él dijo escuchar cinco estruendos y que alguien le dijo que había muerto una persona, por lo que se sorprendió.
Alcorcel comenzó su declaración explicando que llegó para impedir el corte de vías de militantes porque lo llamaron sus compañeros y, luego de idas y vueltas, a regañadientes confirmó al presidente del Tribunal que quienes de alguna forma dirigían a esos cien compañeros eran ellos, los delegados.
El juicio se reanudó ayer martes con una importante cantidad de público, entre el que estaban el hermano y la mamá de Ferreyra, y Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Al mostrarse un video en el juicio en donde se lo ve a él saludando al presunto tirador, Cristian Favale, Alcorcel dijo que lo había conocido en un acto del gremio un mes antes y que constan cruces telefónicos entre ellos el día del crimen a raíz del interés en saber en dónde estaba cada uno.
Luego de declarar y dar un relato detallado, Alcorcel sólo aceptó preguntas de los jueces que se interesaron en saber cómo había conocido a Favale y quienes dirigían a los ferroviarios en el lugar de los hechos.
Alcorcel es uno de los diez acusados en el juicio, entre ellos el ex titular de la Unión Ferroviaria José Pedraza, por el homicidio de Mariano Ferreyra ocurrido el 20 de octubre de 2010.
Están imputados Pedraza, Juan Carlos Gallego Fernández y Pablo Díaz, por instigadores del crimen; Cristian Favale y Gabriel Sánchez, como autores de los disparos mortales; Juan Pérez, Guillermo Uño, Salvador Pipitó, Claudio Alcorcel, y Jorge González, de partícipes necesarios; y los policías Jorge Ferreyra, Luis Mansilla, Hugo Lompizano, Rolando Garay, David Villalba, Luis Echavarría y Gastón Conti, de abandono de persona seguido e incumplimiento de los deberes de funcionario público.