El coreógrafo francés y director del grupo teatral Caviar, Jean François Casanovas, figura del transformismo, falleció ayer a la madrugada, a los 65 años de edad, como consecuencia de un cáncer de hígado que lo mantenía internado desde hace meses en el Sanatorio Anchorena de la ciudad de Buenos Aires.
La triste noticia fue anunciada en la cuenta oficial del grupo Caviar en la red social Twitter, pasadas las 3 de la madrugada del miércoles.
Los restos del actor, bailarín, director y coreógrafo fueron velados en Almagro, hasta ayer a las 14, y la intención de sus allegados es cremar el cuerpo y luego llevar las cenizas a la capital francesa, en cumplimiento de una de sus últimas voluntades.
Casanovas había sido internado el 3 de diciembre en una clínica de la localidad de Colón por lo que en principio fue un fuerte dolor en el abdomen.
En un primer momento se pensó que se trataba de un cuadro de apendicitis o problemas en la vesícula, pero finalmente se le detectó un tumor en el hígado.
Hace poco su amigo y familiar Walter Suárez había informado que el 28 de enero Casanovas había sido sometido a una cirugía para extirparle el tumor y parte del hígado y alertó sobre el grave estado de salud del actor.
Desde ese momento, permaneció gran parte del tiempo en coma inducido, pero había experimentado una leve recuperación, al punto que planeaba viajar a París, su ciudad natal, porque -conocedor de su suerte- quería morir allí.
Una rica historia. Casanovas había nacido el 26 de mayo de 1949 e inició su carrera en Europa, donde participó de numerosos espectáculos de revista.
En 1980 estrenó en Buenos Aires el espectáculo “Cocktail Show” y un año más tarde fundó el Grupo Caviar. De la mano de la escenógrafa y artista plástica Renata Schussheim, Casanovas se acercó al mundo del rock en los 80 y participó de espectáculos de Charly García y Virus.
Galardonado con el Diploma al Mérito del premio Konex en 1991 y 2001 como actor musical, Casanovas compartió escenario con Moria Casan, Alberto Olmedo, Estela Raval y Julio Boca entre otros artistas de trayectoria en el espectáculo nacional.
Entre sus obras más renombradas se destacan “Fénix” en 1984, “Caviar, lo mejor” de 1989, “Espíritu del éxtasis” en 1998, “Hot vudú” en 1998 y, finalmente, “Konga” en 2008.